Más Información
Sheinbaum reacciona a uso de helicóptero privado por Monreal; “Debemos ser un ejemplo a la sociedad”, dice
Tras elección en la CNDH, Nashieli Ramírez pide piso parejo; “no sé si pequé de ilusa, no veía tan cantado”
La Fototeca Nacional cumple 40 años en este 2016; ahí se custodian hasta el cierre de esta columna 857,620 piezas fotográficas de diversos temas y autores.
Entre las colecciones más importantes con las que cuenta este acervo Nacional, destacan el archivo fotográfico de los Casasola, la mirada de Tina Modotti, el trabajo del increíble Guillermo Kahlo, nuestro Nacho López y las imágenes de Hugo Brehme, por mencionar sólo algunos dentro de las 46 colecciones catalogadas que ahí se resguardan.
Esta semana visitamos a su director, al querido Juan Carlos Valdez, fiel guardían de estos increíbles tesoros; quien por cierto lleva ya once años al frente del Sistema Nacional de Fototecas y que por supuesto incluye a la Fototeca Nacional con sede en la ciudad de Pachuca.
Francamente es un lujo contar con este recinto, el profesionalismo con el que trabajan ahí cerca de 50 personas es tangible; todas y todos los que ahí clasifican y protegen ese tesoro nacional son de primera. Me consta.
La Fototeca se creó a partir del Fondo Casasola, cuando el gobierno de Luis Echeverría compró las 350 mil piezas que estaban a punto de irse a un archivo en Estado Unidos.
En ese lugar se tienen piezas desde 1845 hasta nuestros días. El recinto que depende del Instituto Nacional de Antropología e Historia constituye el acervo fotográfico más importante del país ya que resguarda casi un millón de piezas en total.
Para quien se le antoje visitar la Fototeca, -cita previa-, podrá ver imágenes de la Revolución o retratos de Diego Rivera, así como el enorme trabajo urbano de Nacho López.
Claramente en estos pasillos se materializa nuestra memoria colectiva a través de cientos de miradas y en una diversidad absoluta de soportes, desde los daguerrotipos del siglo XIX, pasando por el gran formato, el práctico rollo de 35mm hasta lo digital. Buena parte de su archivo ya se puede consultar en línea en http://fototeca.inah.gob.mx
Y hay que decirlo, la Fototeca no solo tiene un pasado memorable, su director nos adelanta que la institución vivirá pronto una nueva etapa gracias a la donación por parte del gobierno del Estado de Hidalgo de un terreno de 17,000 m2, a donde se pretende trasladar todo el acervo, en condiciones modernas de resguardo, para formar parte de la Ciudad del Conocimiento y la Cultura en aquella entidad.
Lo interesante de este lugar, es que paralelo a su función de resguardo, la Fototeca es un espacio vivo, cuenta con una galería que cada tanto exhibe parte de su acervo y con otro espacio que generosamente es compartido para los distintos fotógrafos contemporáneos que quieren exponer algo en su acogedora galería “Nacho López”.
Así las cosas, la Fototeca, guarda un catálogo estupendo de nuestra historia visual, cuenta con espacios para exposiciones temporales de primera, organiza encuentros nacionales, exporta conocimiento a otras fototecas hermanas en el país o en el extranjero; y edita la estupenda revista Alquimia que es de obligada colección para todos nosotros.
Felicidades pues a todos los especialistas que trabajan en la Fototeca por estos 40 años y en especial a su incansable guardían, el historiador Juan Carlos Valdez.
Por cierto, esta columna cumple ya dos años en estas páginas, por lo que aprovecho para agradecer a Esteban Román, subdirector de Opinión del diario, por su hospitalidad y extiendo un abrazo navideño para todos mis colegas en la redacción.
twitter: @MxUlysses