Hace diez años expuse en París mi primer individual en el viejo continente, hace diez que me estrené en la web con mi sitio personal y hace diez que dejé de trabajar para la redacción de Fresas #13.
En esta última década, me he reinventado ya, al menos, un par de veces; en 2006 me estrené como columnista y por esos días me fui a Europa para trabajar con El País Semanal y Paris Match; a finales de diciembre de ese año, participé en la fundación de un nuevo diario llamado El Centro, y nos divertimos mucho ahí durante dos años.
En 2008 cumplí los cuarenta y me fundí el sistema nervioso central, “excesivo estrés y ansiedad” me dijo el médico y cómo no, en los últimos veinte años cubrí guerrillas, huracanes, visitas del Papa, dos mundiales, migrantes en la frontera y conflictos bélicos en buena parte de Medio Oriente, desde el ataque a las torres gemelas hasta la invasión a Irak en 2003, pasando por Sarajevo en los noventa.
Siempre he buscado ser humilde para admitir mis errores, he intentado ser inteligente para aprender de ellos y permanentemente trato de ser maduro para corregirlos. El balance aún está en proceso.
En estos últimos años, he publicado más libros que en las dos primeras décadas de mi carrera y en los últimos cinco años he participado en un par de conferencias internacionales con colegas de lujo; en 2010 en Madrid cuando era editor de foto en Excélsior, junto con los periodistas de El País, El Mundo, El Clarín y Folha de Sao Paulo en Casa de América. En 2013 sobre corresponsales de guerra en Harvard, donde tuve el privilegio de compartir mesa con el querido Carlos Loret, el incansable Ariel Moutsatsos y el buen Pascal Beltrán.
En el último año he estado colaborando en estas páginas, bajo la dirección del periodista Francisco Santiago quien hace tiempo me dijo, “quien no se ha reinventado en la vida, al menos un par de veces, no ha vivido” y tiene toda la razón.
En síntesis, los últimos diez años han sido los mejores de mi carrera.
Reinventarse te vuelve más ágil, disipa miedos, te enseña nuevos modelos de trabajo y refresca amistades. Al mismo tiempo, cuando uno se reinventa, se forja carácter y reafirman principios. Se trata de vivir y superar la traición y las decepciones. Se trata de hacer lo que nos gusta, con quien nos gusta.
Mi vida siempre ha estado ligada a la imagen y al periodismo, hace 28 años me estrené en las páginas de este diario y el mundo ha cambiado mucho desde entonces, sin embargo todos nosotros aquí seguimos. Mantenerse en la vanguardia nunca ha sido fácil.
Finalmente el riesgo de proponer y de impulsar nuevas narrativas, tiene daños colaterales; las envidias o la intolerancia son parte de toda historia de éxito. Tuve la fortuna de arrancar mi carrera con grandes periodistas, les aprendí todo lo que pude, hoy soy resultado de una combinación de influencias y factores complejos.
Soy de los que saben agradecer. Siempre lo he dicho, sin mis colegas, mis amigos y mis amores, no sería lo que soy. Gracias a todos, incluso a mis enemigos, de todo se aprende.
Hoy sólo me resta dar las gracias a los que me ayudaron a crecer y que hoy en día siguen confiando en mi trabajo, en mi mirada y en mi persona. A todos ellos mil gracias y feliz año nuevo.
Tw @MxUlysses