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México carece de rumbo para hacer frente a la desigualdad.
Los niveles de pobreza están como hace 25 años. Más de la mitad de la población carece de ingreso suficiente para adquirir la canasta más básica (53%).
El uno por ciento de la población concentra el mismo ingreso que el 60%. Un millón 200 mil personas ingresa lo mismo que 72 millones de personas.
Por eso desde la sociedad civil se exigen cambios que deben dar resultados frente a la pobreza y la desigualdad. Esa es la misión de la Acción Ciudadana Frente a la Pobreza creada el 12 de mayo de 2015.
En los últimos 25 años, la economía ha crecido. El PIB se ha duplicado, las exportaciones se han cuadriplicado y la inversión externa se ha multiplicado por 5. También el gasto social casi se triplica.
Para tener resultados hay que cambiar de paradigma. Los programas dispersos sin enfoque de derechos no darán resultados.
El cambio de fondo es asumir la nueva norma del artículo 1º de nuestra Constitución. Ahí se establece la obligación de todas las autoridades a garantizar, respetar y promover los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales (DESCA). Lo cual hoy es ajeno a las políticas de los tres órdenes de gobierno.
El primer paso para cambiar de paradigma es erradicar el uso electoral del gasto social. Es indispensable darle transparencia y efectividad a las inversiones y a los subsidios para el desarrollo social.
Para garantizar derechos, romper la dispersión de programas y enfrentar el clientelismo político, uno de los cambios institucionales clave es el padrón único de beneficiarios.
El padrón único no es sólo una base de datos que sirve de “repositorio” de los padrones de los programas, como hoy se hace en Sedesol.
Este debe ser “ventanilla única” de acceso y constituir un registro de población. Este “registro” permitiría asignar recursos de manera transparente y a quien realmente le corresponda. También permitiría darles seguimiento y conocer los resultados de las transferencias.
El padrón único es el complemento que falta al SAT. Formaría parte de un único registro de población para administrar tanto la recaudación como la asignación de recursos públicos. El padrón único es el “SAT inverso”.
La Acción Ciudadana Frente a la Pobreza celebra su 2º aniversario promoviendo un llamamiento para dar rumbo al país. Convoca a una discusión sobre el proyecto para la Nación y propone un concepto que traza una visión mucho más exigente y comprehensiva frente a la pobreza y la desigualdad.
Cohesión social en síntesis, es un país con igualdad de oportunidades, sin privilegios ni corrupción. Como sucede con el concepto de democracia, es al mismo tiempo un horizonte de finalidad y un camino. Cohesión social orienta el proceso y las acciones para cerrar las brechas de desigualdad.
Hasta ahora hay algunos logros iniciales del esfuerzo de “Frente a la Pobreza”: el incremento al salario mínimo, el acuerdo con el nuevo gobierno de Javier Corral en Chihuahua y el avance de mensajes y una narrativa que van permeando el debate público.
El llamamiento por la Cohesión Social de “Frente a la Pobreza” convoca a construir en 4 vías. La política para generar un acuerdo nacional que articule acciones de política económica y política social. La social para formular políticas públicas con enfoque de derechos y desarrollo sostenible (basada en la Agenda 2030 de ONU). La institucional para generar capacidades del Estado con instituciones eficaces y responsivas. Y la vía ciudadana para promover una nueva cultura de corresponsabilidad y los mecanismos de participación de la sociedad civil en las instituciones y políticas públicas.
Consultor internacional en programas
sociales. @rghermosillo
