Ya no hay pretexto. El salario mínimo ya no es una “unidad de medida”. Toca ahora iniciar su recuperación, para que el trabajo productivo sea la vía para superar la pobreza. Es el momento de poner bajo la lupa a la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami), en donde confluyen gobierno y representantes de la sociedad civil.

El 19 de noviembre, la Cámara de Diputados aprobó por unanimidad la reforma que libera al salario mínimo como unidad de medida para otros fines. Una vez que sea aprobada en 17 congresos locales, el salario mínimo dejará de servir como referencia de multas, derechos, intereses crediticios, financiamiento de partidos y cualquier otro precio, que no sea el pago mínimo por trabajar.

Toca ahora exigir su recuperación gradual y efectiva. Hoy por hoy, el monto del salario mínimo no permite cubrir las necesidades más básicas de una persona, ya no digamos de una familia.

Resulta contradictorio que un órgano del gobierno, la Conasami, pueda violar impunemente la constitución. Más aún, cuando otro órgano de Estado: el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), tiene el mandato constitucional para medir la pobreza considerando el costo de la canasta “mínima” para cubrir las necesidades más básicas .

Resulta obvio y hasta tautológico, pero hay que subrayarlo: El mínimo debe cubrir lo mínimo para vivir. El salario mínimo actual de $71 se encuentra quince pesos y centavos por debajo del costo de la “canasta” básica fijada por Coneval. Esto debe ser lo mínimo, superar la “línea de pobreza” por un día de trabajo: alrededor de $87 para 2016.

La Conasami parece ser una entidad con participación mayoritaria de la sociedad. Está integrada por un representante del Ejecutivo federal, y 11 representantes de las organizaciones empresariales y 11 más de las organizaciones sindicales.

Es momento de pedirle rendición de cuentas. La Conasami es una más de las entidades intocadas por la incompleta transición. ¿Con qué fundamento define un salario mínimo que no cubre lo mínimo para vivir?

El secretario del Trabajo ha declarado que el salario mínimo no puede subir, más allá de un punto por encima de la inflación. ¿Es esta la posición del Ejecutivo federal? ¿Se violará flagrantemente la Constitución? ¿No hay quien pueda sancionar las responsabilidades de los servidores públicos de esta Comisión y de la Secretaría del Trabajo respecto a esta violación a la máxima de las normas?

Un conjunto amplio y plural de organizaciones civiles, incluyendo empresariales y sindicales, así como académicos con diferentes enfoques y posturas, estamos impulsando acciones efectivas de política económica frente a la pobreza y la desigualdad. El incremento al salario por encima de la línea de pobreza es viable y urgente.

Por ello, desde la Acción Ciudadana Frente a la Pobreza acudiremos a las instancias de contraloría y fiscalización para pedirles actuar e impedir esta violación impune de la Constitución. También acudiremos a los organismos sindicales y empresariales para saber: ¿Es esta la posición de todos los representantes de esos organismos o a quién representan los integrantes de la Conasami?

El secretario de Desarrollo Social, José Antonio Meade, tiene la posibilidad y el antecedente de su paso por Hacienda para impulsar esta medida de justicia básica. Con lo cual podría lograr un efecto importante de reducción en la próxima medición de pobreza 2016. Su efecto en activación del mercado interno también puede ser relevante dado el adverso contexto macroeconómico internacional y nacional de bajo crecimiento.

No hay nada que esperar. Es lo mínimo que se debe hacer.

Consultor internacional en programas sociales

@rghermosillo

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