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Colonia Roma, 1970.
En septiembre de 1970 preparaba yo mi debut como fotógrafa, que sería en noviembre de ese mismo año. Salvador Elizondo, en su carácter de crítico y curador de mi incipiente obra, escribió algunas ideas sobre la fotografía. Para él, la fotografía fue muy importante, baste recordar que su libro más importante, Farabeuf o la crónica de un instante, parte de la visión de una terrible fotografía que le originó tal impresión que lo llevó a escribir toda una novela. Reproduzco directamente del Cuaderno de Diario la página donde pegó mi fotografía que él tituló La vida.
Salvador Elizondo escribe Cuaderno de Diario número 26, páginas 105 y 106
25.IX.70. El instante es el ámbito dentro del que la fotografía ES.
26.IX.70. Un instante es la medida mínima de tiempo dentro del que es posible realizar una operación; es por ello el ámbito dentro del que la fotografía ES en su forma más perfecta.
Si la condición de instantaneidad es la que sirve para definir con mayor certeza lo que es la fotografía, no sirve menos la noción de sensibilidad para definir lo que esta operación, cuya realización casi nunca trasciende los límites de un segundo de tiempo, significa como actividad de creación y que no puede consumarse, casi nunca, en un tiempo mayor que este.
27.IX.70. Para conseguir inscribir una imagen dentro de su propia instantaneidad, el fotógrafo precisa realizar, paralelamente a la operación digital, una compleja operación intelectual que consiste en encontrar el común denominador “matemático” que ponga en equilibrio todos los factores que intervienen en esa realización y que son todos factores numéricos: Diafragma, exposición, foco, profundidad de campo…
