Así lucía la Plaza Mayor de esta urbe, donde nací hace ya más de 71 años, la lluviosa tarde del 6 de septiembre de 1991. Ese particular día nos convocó una editorial para que 50 fotógrafos, divididos por barrios o colonias, saliéramos al unísono a cubrir el acontecer de la ciudad en diversos aspectos, con lo que se publicó el libro Un día en la gran ciudad de México.
Hoy, al ver la capital, sin un nombre adecuado, tan deteriorada, herida, sumida en un caos urbano, recuerdo con nostalgia lo que se nos fue…
Salvador Elizondo escribe Cuaderno de Diario número 66, páginas 83 y 85
Viernes 6. IX. 91.— Ayer pasé todo el día trabajando. Pablito tenía invitados. Ya terminé uno o dos artículos sobre el libro de Prescott*. Ahora tengo que organizar mis conferencias y escribir mi colaboración para el 15 aniversario de VUELTA (…)
*La conquista de México
Paulina estará fuera hoy todo el día. Salió a hacer las fotografías de la ciudad que le encargaron. Hoy fui al mercado a comprar cigarrillos americanos, tengo que conformarme con Lucky Strike porque Camel casi nunca hay. Vivo rodeado de gentes que entienden las cosas al revés. La lavadera plancha las cosas con la etiqueta para afuera. La bandera también la pusieron al revés (…)
Lunes 9. IX. 91 (…) Ha hecho un día soleado agradable. En la mañana me senté en el jardín debajo de la higuera, como hace mucho tiempo que no lo hacía, a leer la SITUATION DE BAUDELAIRE, que es el ensayo en que Valéry habla de Poe muy exaltadamente; encontré poco que no se me hubiera ocurrido, aparte de las consideraciones sobre Baudelaire y la poesía francesa en las que nunca hubiera yo pensado. Es deslumbrante la claridad con la que dice todo Valéry (…)
