En esta terrible imagen que capturé de las momias de Guanajuato aún se exhibían éstas al público, “naturalmente”, sin vidrios, en 1969. Con el tiempo las pusieron en vitrinas. A Salvador, la visión del museo de momias le produjo, como le pasó con la fotografía de la tortura china, una gran impresión. Se le ocurrió la idea de hacer una película y escribió un guión, allá por 1963-65, e hizo algunas filmaciones dentro del recinto donde estaban las momias con una cámara de cine, material que aún conservo inédito en rollos de película. El proyecto, inconcluso, lo abandonó con el tiempo.
Salvador Elizondo escribe Cuaderno de Diario número 24, páginas 262, 263 y 264
Martes 30 de septiembre de 1969.— Hoy han empezado los maravillosos días de otoño. Esta mañana hemos regresado de Guanajuato y el espectáculo de la claridad de la luz en la carretera era asombroso. (…)
Nota: En las páginas siguientes del mismo día se le ocurre al escritor un texto a propósito del tema de hoy que publicaré en dos partes.
PRIMERA PARTE UN WESTERN “ecole metaphysque” (borrador)
Hay en el panteón civil de Guanajuato, de cuya celebridad soy mudo testigo, las inumerables momias que alinean sus restos retorcidos y acartonados contra los largos muros enjalbegados de la cripta subterránea donde reposan para siempre al margen de la perpetuidad que disfrutan otros despojos con mayores medios de fortuna mundana. Los privilegiados que habitan la perpetuidad intermedia de las gavetas alveolares que componen los muros monumentales que rodean las diferentes secciones sociales del cementerio se sustraen a la acción perpetuante de la sales minerales —legendariamente argentinas y aureas— del subsuelo de Guanajuato mediante su achicamiento en esos receptáculos, estrechos y elevados, clausurados con lápidas que ostentan las más evocadoras y caprichosas epigrafías y no pocas veces hacen pensar en un panal salobre y calizo, en el que medra silenciosamente, inmóvil, la crisálida reseca y enjuta como esas momias...
(Continuará)
En la imagen: Un detalle de las momias de Guanajuato en septiembre de 1969