A lo largo de la historia de nuestro país han surgido atletas de renombre internacional que han puesto el nombre de México en alto. Cómo olvidar la emoción que nos hicieron sentir en su momento Joaquín Capilla, Ana Gabriela Guevara, Soraya Jiménez, Víctor Estrada, Fernando Platas, Paola Espinosa, Paola Longoria y muchos otros más que han puesto su trabajo y esfuerzo en cada uno de sus pasos para lograr destacar entre millones de personas.
Desafortunadamente en la mayoría de los casos, si no es que en todos, nuestros deportistas han tenido que salir adelante por méritos propios y con el apoyo de sus familias, pero esto muchas veces no es consecuencia de la cantidad de dinero que el gobierno de México otorga al deporte. Si los recursos que se otorgan llegaran a su destino correctamente terminaríamos con muchos de estos males.
Comento esto a propósito del ajuste presupuestal que tendrá la Conade para el 2016 y del cual los medios de comunicación exponen como si fuera una tragedia nacional. No, señores, no lo es. No se vayan sólo con las cifras, hagan un ejercicio de investigación y comparación con otras naciones y sobre todo de memoria, en relación con otros sexenios.
“Ver otros países y voltear a ver al nuestro inspira, saber que somos superiores, solo falta organizarnos, lo demás lo tenemos”. Eso fue lo que dijo el clavadista Jahir Ocampo hace unos días en redes sociales y lleva mucha razón.
El presupuesto que en 2016 la Conade ejercerá es de 2 mil 888 millones 680 mil pesos. Les recuerdo que en los seis años de Vicente fox, fueron 4 mil 500 millones de pesos los que se otorgaron al deporte. Como bien lo dijo Jahir Ocampo, lo que hace falta es organizarnos, además, tener una buena planeación, orientar los recursos en el camino correcto y principalmente que no haya fuga de recursos que se vayan a las cuentas personales de los presidentes de algunas federaciones.
El tener mayores recursos no significa que habrá mejores resultados. Ya se pudo comprobar durante la administración de Jesús Mena en la Conade que se gastó más de 20 mil millones de pesos en tan sólo 2 años y 5 meses, y tuvo que ser removido de su cargo por malos manejos y pocos resultados.
Las federaciones que están siendo supervisadas y sancionadas por la Conade están pegando el grito en el cielo. El COM ni se diga. ¡Cómo no, si se le acabó su mina de oro! No piense usted que lo hacen por que en verdad están peleando por los derechos de sus afiliados, porque si esa fuera la razón, hace mucho tiempo que hubieran dejado de gastarse el dinero del erario público en bienes personales.
Necesitamos mucho trabajo, más que dinero; y un ejemplo es Colombia que nos superó en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015. La materia prima la tenemos, solamente hay que saber encauzarla y también darnos cuenta que no todo es el alto rendimiento, que para tener buenos resultados en futuras competencias internacionales necesitamos una buena detección de talentos, en donde los niños y jóvenes no reciban apoyo hasta que son figuras, sino que se les apoye desde su inicio, para que no haya deserciones. Además, necesitamos luchar contra la obesidad que es un terrible mal que aqueja a nuestra sociedad y que tendría que ser prioridad. Hay muchas cosas por hacer, pero estoy seguro de que con una buena administración y sobretodo con buena voluntad de todas las partes implicadas podremos lograrlo.
Invito a las asociaciones civiles del deporte de nuestro país a que dejen de ir en contra de los deportistas y trabajen por el bien común, que entiendan que la Conade es la máxima autoridad y que tienen que ajustarse a los requerimientos que ésta les solicita, ustedes no son los dueños de las disciplinas, simplemente tienen el compromiso de actuar como proveedores de beneficios en materia deportiva para nuestro país.
Profesor.
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