Es lamentable que la nota roja y los problemas sean más importantes para algunos medios de comunicación nacionales que dicen dedicarse a dar información de deportiva, y poco destaquen qué hacen los atletas alrededor del mundo. Los últimos días se han enfocado en lo que sucedió con los nadadores en el Mundial de Kazán y poco les interesa lo realmente importante, como son los resultados destacados que tuvo Michael Phelps en los Campeonatos Nacionales de Estados Unidos, en San Antonio, en donde el mejor nadador de toda la historia mostró que está listo para los Juegos Olímpicos de Río 2016.
Phelps no tuvo participación en los Mundiales como consecuencia de su detención en octubre pasado por infringir varias normas de circulación, entre ellas conducir en estado de ebriedad. La federación de su país, lo excluyó del equipo que iba a representarla en Kazán, algo lamentable y de lo que probablemente se estarán arrepintiendo.
Phelps reconoció que no estar en los Mundiales lo motivaría, y vaya que si lo ha hecho, es por eso que es un ganador. En los 100 y 200 metros mariposa ha nadado más rápido que los campeones en Kazán, el sudafricano Chad Le Clos y el húngaro Laszlo Cseh. Los tiempos de Phelps (50.45 seg y 1:52.94 min) son los mejores en estas pruebas a nivel mundial en los últimos años. Con ellos suma 55 títulos nacionales en toda su carrera, un récord absoluto en la natación americana.
¿Se imaginan lo que hubiera sido en Kazán si Phelps hubiera estado?
Lo hecho por el nadador estadounidense no es casualidad, es una planificación perfecta y cautelosa, sabe que llegará como el rival a vencer en los Juegos Olímpicos, pero prefiere que la presión la tengan sus rivales y contesta de manera elegante a las declaraciones que puedan surgir respecto a sus actuaciones, como lo grande que es.
Ustedes recordarán mi columna en donde mencionaba que Michael Phelps regresaría y sería otra vez una gran figura. Estará listo para Río y ganará varias medallas de oro para incrementar las 22 preseas que tiene en su haber, de las cuales 18 son de oro. Confirmo una vez más mi pensamiento, Phelps es el mejor deportista de toda la historia y en 2016 tendremos la fortuna de verlo nuevamente en la máxima justa deportiva. ¿Alguien aún quiere debatirme?
Por otra parte, me daría mucho gusto que los periodistas que se dedican al deporte se sentaran a analizar los resultados de los atletas que día a día luchan por hacer un buen papel, por dar un buen tiempo, por ganar una medallas, que no se conformen con que les den las notas hechas, y que los directores de los medios de comunicación no se resignaran con la información que sale día a día y que muchas veces tienen poco contenido deportivo. Los niños y jóvenes de nuestro país necesitan historias de personas que son un ejemplo, no de grillas políticas.
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