Quienes se empeñan en divulgar una imagen negativa de México en el exterior, le están haciendo el trabajo sucio a intereses ajenos. Por ello es momento de hablar de México, de lo que tiene, de lo que puede y de lo que vale.

En un proceso democrático transparente y legal, lo importante es el papel del ciudadano. En este sentido debemos reconocer que el modelo democrático ha avanzado grandes distancias en corto tiempo, pero aún hay grandes avances pendientes. Uno de ellos, quizá el más importante, es el papel del ciudadano.

El deporte preferido de la política es la especulación electoral y su mayor expresión es la carrera presidencial. Estamos en el inicio de un periodo de gran activismo político. Es deseable que los partidos pongan su empeño para reconstruir una imagen de confiabilidad y credibilidad ante más de 85 millones de votantes con una base de comunicación verídica, honesta y oportuna, para combatir la especulación, el rumor y la comunicación negativa.

Tradicionalmente se ha dejado en manos de los partidos la definición de una propuesta que inspire sus campañas y en su caso el desempeño de sus mandatos. ¿Sabemos realmente qué país queremos o estamos pasivamente dispuestos a que un partido o algún político imponga una visión personal que no sea ni viable ni conveniente? No es posible gobernar a base de resentimientos ni con amenazas. Las lecciones de las democracias modernas es que la era de los discursos del odio social y de la confrontación de clases ha sido superada por una ciudadanía que rechaza la demagogia.

Es evidente que México no desea emular la retórica intolerante, racista, xenófoba y proteccionista de otros modelos políticos ajenos. México se ha librado de este tipo de gobiernos, así como de aquellos que se imponen violando la legalidad y con el respaldo de la fuerza.

Así que, amigo lector, ante la inminente avalancha de consultas, encuestas político-electorales que se avecinan, lo invito a hacer un ejercicio de construcción de país.

Son muchos los problemas que afectan a México, repetir la lista no significa avanzar en su solución. Por ello tratemos de superar la queja recurrente para superarla con un ejercicio que tenga propuestas concretas, para ser analizados con su familia, amigos, vecinos y compañeros de trabajo, donde se debata no acerca de las personas, sino en cuanto a los conceptos reales de progreso, porque el reto de México depende del compromiso de todos los mexicanos para diseñar lo que queremos que sea el destino del país. El reto y la clave del éxito es el compromiso que cada ciudadano asuma responsablemente para lograrlo.

Sabemos que para que México ingrese en una dinámica de cambios profundos no se necesitan elecciones, es suficiente que la ciudadanía transforme sus hábitos.

También requerimos un compromiso profundo con el valor de la verdad como pilar de la libertad de expresión, como cimiento intocable de la honestidad de ideas, con tolerancia, respeto a las formas de vida, respeto a la mujer y el respeto a la dignidad de uno mismo.

El ciudadano moderno es consciente de la huella que dejan sus actos en todos los ámbitos de su vida diaria. Es así que desde hoy podremos conducir el destino del país y ser los principales formadores de una nueva generación de mexicanos orgullosos de su origen y comprometidos con sus semejantes.

Rúbrica. Lo efímero es perdurable. José Luis Cuevas nació en el callejón del triunfo y eso lo inspiró toda la vida. Memorable su indómita genialidad, que retó los cánones de su tiempo, para construir los propios. Irónicamente, la etapa más valorada en la vida de un artista es la inmortalidad.

Político, escritor y periodista.
@AlemanVelascoM

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