En los años noventa se hizo muy popular referirse al “efecto mariposa” para explicar cómo los pequeños acontecimientos pueden tener grandes consecuencias, con el ejemplo de que con el frágil aleteo una mariposa podría provocar una tormenta. El escenario internacional presenta condiciones de atención. Por una parte, se encuentra la fractura interna de la Comunidad Europea y la resonancia que inspira una nueva corriente de fragmentación en España o las llamadas naciones constitutivas de la Gran Bretaña: Inglaterra, Gales, Irlanda del Norte y Escocia. Las consecuencias de estos movimientos en los mercados financieros internacionales, así como la inestabilidad que afecta a la región petrolera de Medio Oriente son síntomas de un proceso de crecientes tensiones internacionales que presagian aún mayores inclemencias.

En los últimos días se ha abierto una discusión acerca de los significados, interpretaciones e implicaciones de dos preceptos, al parecer muy en boga de la demagogia y el populismo. Una promete quimeras que imponen a las pasiones sobre las razones, la otra pretende utilizar el poder público para obsequiar beneficios a cambio de construir un culto a una personalidad omnipresente que sustituya el orden jurídico y cancele el valor de las instituciones. La demagogia fue una de las causas que explican la polémica decisión de la salida de la Gran Bretaña de la Comunidad Europea. Decisión que ha sido calificada como un gran error histórico y ha ocasionado que los líderes políticos responsables de este hecho evadan su responsabilidad y anuncien su retiro de los cargos desde donde enarbolaron tesis falaces que hoy parece que no tienen solución. A su vez, el populismo tiene postrada a una parte creciente de la población de Venezuela; y una combinación extrema e insospechada de demagogia y populismo, está presente en las opciones que habrá de tener el votante de Estados Unidos en noviembre.

En México, a pesar de la inestabilidad global y de los grandes desafíos políticos, económicos y sociales que nos afectan cada día, es pertinente reconocer que nuestra economía crece más que las naciones europeas y que el desempeño del país deber ser cuidado ante los nubarrones que se ven en el horizonte.

En la actualidad hay una corriente de pensamiento donde varias voces, más que analizar con objetividad e independencia de criterios los grandes retos de la nación, hacen eco entre sí de las inconformidades contra el gobierno y los políticos, demandando el diálogo y escudando a quienes lucran con el chantaje y la violencia.

Si bien es evidente que en la práctica del quehacer público y en el discurso político se denotan enfoques que parecen agotados y modelos de decisión que se resisten a la innovación, es aún más necesario privilegiar la propuesta sobre la protesta. Es evidente que todavía hay grandes necesidades y serias confrontaciones en las que la convocatoria a la hostilidad o la crítica oficiosa no serán parte de la solución. La oportunidad de México está vigente en la medida en que los ciudadanos contribuyamos desde nuestro quehacer cotidiano a fortalecer los valores cívicos, conozcamos la ley para respetarla y exigir su cumplimiento, pero sobre todo para promover los valores de una nación que aún tiene mucho que ofrecer y una sociedad que ha demostrado que es más valioso preservar mil mariposas antes que ocasionar una tormenta.

Rúbrica. Entrevista en el infierno. Reportero: —Señor Adolfo Hitler: ¿qué opina usted de que la Gran Bretaña esté dividida, confrontada e indignada con sus políticos, su economía en crisis, los jóvenes quieran estar cerca de Alemania y admiran su gobierno, y todo eso sin disparar un tiro? —Adolfo Hitler: De haber sabido, en lugar de una invasión le hubiéramos organizado un referéndum.

Político, escritor y periodista

@AlemanVelascoM

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