El fin de la Segunda Guerra Mundial obligó a las economías de lo que entonces se llamó “mundo libre” a redefinir sus modelos económicos. México no fue la excepción. A partir de 1946 la estructura productiva de nuestro país aprovechó las grandes carencias que la destrucción de la guerra dejó en las naciones beligerantes de Europa y de Asia.

El factor trabajo fue un elemento fundamental para impulsar ese nuevo modelo de desarrollo acelerado, que abrió una nueva etapa de industrialización y aprovechamiento de las materias primas nacionales para acceder a un nuevo nivel de presencia mundial de nuestra economía.

El movimiento obrero organizado de México tiene honrosos orígenes y valiosos liderazgos; desde las luchas memorables de Cananea y Río Blanco, hasta la conformación de una de las más grandes coaliciones obreras representadas en la Confederación de Trabajadores de México (CTM), fundada en febrero de 1936.

Sus líderes, Vicente Lombardo Toledano, Fernando Amilpa, Fidel Velázquez, Leonardo Rodríguez Alcaine y Joaquín Gamboa Pascoe condujeron esta organización, velando siempre por los intereses de la clase trabajadora de nuestro país.

Esta magna organización participó activamente en la obtención de beneficios tales como reparto de utilidades, vivienda, semana laboral de 40 horas, seguro social, jubilaciones, etc. Gradualmente se demostró que fue posible conjugar la defensa de los derechos laborales con el progreso y la productividad. Gracias a ello México sigue atrayendo inversión extranjera por la calidad de su mano de obra y los elevados índices de productividad.

El pasado 7 de enero falleció Joaquín Gamboa Pascoe, líder de la CTM y abogado comprometido con esta gran organización que es uno de los pilares del avance de nuestra economía, y comparte las miras que el régimen de la revolución ha sintetizado en el proyecto nacional del PRI.

Joaquín Gamboa Pascoe condujo con discreción la CTM durante once años, desde 2005 hasta su muerte en días pasados. El mayor tiempo de su gestión se desarrolló durante los dos periodos presidenciales a cargo del PAN, en los cuales fue posible plantear con aplomo la causa obrera ante situaciones tan delicadas como la confrontación que durante muchos años se había venido generando entre el movimiento obrero y la Coparmex, en la que uno de sus líderes, Carlos Abascal, fue nombrado secretario del Trabajo durante los primeros años del mandato del presidente Vicente Fox.

Joaquín Gamboa Pascoe, previamente como diputado y senador de la República, desempeñó una labor incansable a favor del factor trabajo. En lo personal recuerdo su trato, siempre respetuoso, escrupulosamente atento al detalle y con una lealtad sólida e inquebrantable para con su país, su partido y sus agremiados.

Hoy, el reto es superar la incertidumbre que ha generado la economía de China, así como las implicaciones de la baja del precio del petróleo y los costos en nuestras reservas internacionales por los movimientos especulativos previos al incremento de la tasa de interés de la Reserva Federal de EU.

Tenemos que recordar que cuando se habla de competitividad se quiere decir eficiencia laboral; cuando se habla de productividad se reconoce la capacidad de innovación de nuestra mano de obra y cuando se habla de crecimiento de la economía sabemos que sólo se logra de manera perdurable cuando crece el empleo; aún no hay otra fórmula más exitosa.

Por ello cabe mencionar, que durante los primeros tres años de esta administración, se ha registrado la más alta tasa de empleos de nueva creación, de las últimas cuatro administraciones. Mucho se ha logrado y mucho aún está pendiente.

Rúbrica. Reconocimiento. “Si el crimen no duerme, la Justicia no descansa…”. Y como dicen en Francia: ¡Chapeau! Monsieur le Président.

Político, escritor y periodista

@AlemanVelascoM

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