Más Información
Buque Escuela Velero “Cuauhtémoc” gana el premio Boston Teapot Trophy 2024; recorrió 1,170.78 millas náuticas en 124 horas
PRI exige que relación bilateral sea con dignidad y diálogo; “que EU y Canadá desconfíen de México es culpa de Morena”, acusan
GN y Ejército mantienen operativo para limitar operaciones de Los Viagras y CJNG; extorsionan a productores de limón en Michoacán
México podría cambiar de socio comercial ante amenazas de Trump; “China es una potencia económica”, dice senador
Avanza en comisiones del Senado integración de delitos con prisión oficiosa; extorsión y producción de drogas, son algunos
La carrera presidencial de 2018 contará con la figura de las candidaturas independientes, que si bien no es nueva en la historia del país, como lo apunta Paoli Bolio (pues estuvo vigente hasta 1946), se presenta como una opción novedosa y atractiva debido a la opinión pública sobre los partidos políticos.
En la época reciente de México es difícil comprender este tipo de candidaturas sin el nombre de Jorge Castañeda, quien ha sido uno de sus principales defensores, pues desde que en 2004 buscó de manera infructuosa su registro como candidato independiente a la Presidencia de la República para los comicios de 2006, ante la negativa impugnó la decisión y su caso llegó a la Suprema Corte de Justicia de la Nación y a la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Después de diversas reformas electorales, en 2012 el Congreso de la Unión aprobó las candidaturas independientes y posteriormente avaló los lineamientos y regulaciones en torno a ellas.
Ahora bien ¿Cómo poder analizar con estadísticas la situación de éstas candidaturas y la posible aspiración de Castañeda Gutman?
Si revisamos los resultados electorales de 2015, los números parecerían ser inconvenientes, pero la tendencia nos demuestra lo contrario.
Un estudio realizado por CIDAC en septiembre del año pasado nos indica que de 133 candidatos independientes tan sólo seis resultaron victoriosos: un gobernador, un diputado federal, un diputado local y tres presidentes municipales.
El principal argumento de mercadotecnia política empleado por dichos candidatos fue el hartazgo hacia los partidos y ofertarse como una alternativa de solución cercana a la ciudadanía y a la problemática social, explotando también las desventajas que se les impusieron en la ley, como el acceso a un presupuesto oficial limitado, la escasez de espacios en los medios tradicionales de comunicación y en varios lugares la cantidad de firmas requeridas para poder validar su registro.
Una encuesta reciente (Mitofsky, Febrero 2016) nos da un panorama de la aceptación y el desprestigio de los partidos en donde, preguntando por identidad los partidos obtuvieron los siguientes resultados: PRI 22.3%, PAN 13.7%, PRD 9.8% y Morena 6.1%. Mientras que del otro lado de la moneda al cuestionar por el rechazo hacia los mismos, se encontraron las siguientes cifras: PRI 43.0%, PAN 36.0%, PRD 34.9% y Morena 32.4%.
En el mejor de los casos el rechazo hacia los principales partidos es prácticamente de 2 a 1, pero además, los candidatos independientes son considerados una mejor opción que cinco partidos (MC, PVEM, Panal, ES y PT) contando con 3% de las preferencias. Para partidos e independientes el reto está en obtener la simpatía de 35% de los encuestados que aún no declara una preferencia electoral.
Después de lo anterior y con la reciente publicación de su libro Solo así: por una agenda ciudadana independiente visualizaremos los factores mercadológicos que podrían hacer viable o no la candidatura de Jorge Castañeda.
En entrevistas Castañeda ha mencionado que la causa ciudadana debe polarizar la elección entre el Establishment, conformado por la Partidocracia y los posibles candidatos independientes. Sin embargo es cuestionable debido a que él mismo fue uno de los principales operadores políticos de la campaña del ex presidente Vicente Fox y formó parte del aparato gubernamental fungiendo como secretario de Relaciones Exteriores hasta su renuncia en 2003.
Hablando en números, Castañeda mencionó en entrevista con Carlos Loret de Mola, que para buscar una posible candidatura, necesitaría conseguir al menos un 30% de conocimiento del electorado. En el estudio más reciente en donde él aparece (Parametría, 2015) alcanza un 20% de nivel de conocimiento, lo cual es una cifra interesante por el periodo de tiempo que falta rumbo a un eventual registro.
En su discurso, Castañeda deja claro que debe de existir una sola candidatura independiente en 2018, para evitar neutralizarse entre ellos mismos, por lo cual ha propuesto que se defina el candidato conforme a las encuestas de opinión, pero conformando un grupo de trabajo con una agenda en común.
Interesante también es apuntar que según una encuesta de conocimiento realizada por Mitofsky en enero de este año, aparecen otros posibles candidatos independientes que Castañeda ha mencionado estaría dispuesto a apoyar, por ejemplo: Jaime Rodríguez (50.3), Pedro Ferriz de Con (32.4) y Manuel Clouthier (20.3).
En conclusión, es innegable el protagonismo que un independiente puede llegar a tomar rumbo a 2018, las cifras cambian y los nombres también, pues no podemos descartar a elementos como Juan Ramón de la Fuente y José Woldenberg; la pieza fundamental aquí será la unión que pueda prevalecer entre este nuevo grupo de políticos que toman fuerza y un mensaje fundamental de campaña, convincente ante el descontento mayoritario de la ciudadanía.
FACEBOOK: MIGUEL DELGADILLO
TWITTER: @mike_delgadillo