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Una noticia muy dolorosa para las Mujeres, México y mi querida UNAM, nos despertó el miércoles 3 de mayo: “Esta madrugada, una mujer fue hallada sin vida en los jardines aledaños al Instituto de Ingeniería de esta Universidad. El cuerpo fue descubierto, atado a una caseta de teléfono público... La Universidad Nacional expresa su repudio a cualquier tipo de ilícito cometido en sus instalaciones, mantendrá su disposición a colaborar con la autoridad competente y estará atenta a los resultados de las investigaciones” (Boletín UNAM-DGCS-299).
El feminicidio de Lesvy Berlín Osorio Martínez, abre un capítulo de nuevas exigencias que el propio rector Enrique Graue se planteó: “Me siento en deuda con la comunidad universitaria por no haber podido eliminar esta inadmisible realidad. He procurado reforzar nuestros sistemas de prevención y seguridad, establecer medidas para la prevención de la violencia sexual y de género, dialogar con las autoridades pertinentes para reforzar la seguridad en las cercanías de nuestras entidades académicas y abrir un diálogo para procurar la desocupación de nuestros espacios… Pero esto no ha sido suficiente. Si bien esta lucha la debemos enfrentar todos, la seguridad de los universitarios es responsabilidad del Rector” (Boletín UNAM-DGCS-303).
Como universitaria, me parece injusto que se condene a la UNAM por la situación de violencia que se vive en México, y en particular, por la violencia en contra de las mujeres. Es justo, en cambio, que exijamos a las autoridades de nuestra máxima casa de estudios: 1. que refuercen de inmediato las medidas de seguridad y las políticas para erradicar la violencia contra las mujeres en las instalaciones universitarias, es un hecho que no son suficientes; 2. su colaboración irrestricta en la investigación a cargo de las autoridades ministeriales de la Ciudad de México; 3. transparencia en los avances de la investigación; 4. que exija a las autoridades de la Procuraduría de la Ciudad de México, que se conduzcan conforme a las leyes y tratados internacionales, y no violentando los derechos de la víctima del delito ni de sus familiares, afectando su honra y dignidad, generado mensajes de criminalización y re victimización; 5. Que se exija a las autoridades de la Ciudad de México que incorpore a un grupo de Mujeres Universitarias para que acompañen la investigación del artero asesinato y que tengan acceso al expediente, y 6. Integrar de manera inmediata un Consejo Universitario de Políticas de Género, que elabore un diagnóstico y haga las propuestas necesarias y urgentes a tomar en los campi universitarios para prevenir y erradicar la violencia contra las mujeres, acompañando dichas propuestas con los requerimientos presupuestarios necesarias, a efecto de que el Rector solicite una ampliación inmediata a la Secretaría de Hacienda.
Sin embargo, en la UNAM se ha avanzado, y mucho. Me refiero puntualmente a las acciones que considero son aciertos:
1.Protocolo para la Atención de Casos de Violencia de Género, que establece el procedimiento para atender las quejas, se sustenta en estándares internacionales (www.igualdaddegenero.unam.mx) indica que se conocerá de actos de violencia de género ocurridos en sus instalaciones o en otros espacios; cuando se trate de acciones que atentan contra la libertad y la seguridad sexual de menores de edad, no habrá plazo límite para la presentación de las denuncias; las quejas podrán ser expuestas por las víctimas o terceras personas; no se podrá optar por la mediación cuando las quejas involucren aproximaciones sexuales entre personas desconocidas y/o menores de edad; si se han presentado problemas similares anteriores con el presunto infractor, si hay la posibilidad de que se repitan, o se trate de delitos que se persigan de oficio; considera la implementación de medidas cautelares, y se crea un mecanismo para evaluar el procedimiento de atención a actos de violencia. El jurídico de la UNAM, en el primer semestre de vigencia del Protocolo, ha recibido y atendido 122 casos del 29 de agosto de 2016 al 28 de febrero de 2017. De estos 122 casos, la UNAM abrió 103 procedimientos, de los cuales 32 están pendientes; de estos 32, 29 son analizados por el Tribunal Universitario.
2. Adhesión a la plataforma de ONU Mujeres “HeForShe: movimiento solidario en favor de la igualdad de género”, con lo que el Rector se compromete: a) que, en dos años, verificará el grado de avance o implementación de cada uno de los 27 compromisos que hizo para su mandato 2015-2019, en materia de igualdad de género; b) 68 dependencias universitarias han establecido 148 objetivos locales para abatir la desigualdad de género, y a llevar a cabo acciones de prevención, atención, sanción y erradicación; c) promover el reconocimiento de los estudios de género por los sistemas nacionales de evaluación; d) fomentar que la educación en derechos humanos e igualdad de género estén incluidos en los planes y programas de estudio de todos los niveles educativos; e) evaluar la situación de género en todas las entidades universitarias; f) impulsar que más mujeres ocupen puestos directivos y desarrollar desde el bachillerato acciones para incrementar el interés de las alumnas por ingresar a licenciaturas en las que tienen poca representatividad.
3. Transformación del Programa Universitario de Estudios de Género (PUEG) en Centro de Investigaciones y Estudios de Género (CIEG), cuyos objetivos son: a) impulsar el conocimiento teórico y aplicado, desde un enfoque interdisciplinario; b) formar recursos humanos especializados; c) diseñar y ejecutar políticas públicas dirigidas a combatir la desigualdad de género; d) formar investigadores que contribuyan a enfrentar problemas como la violencia contra las mujeres, las resistencias a su participación política, su desventaja estructural en el mercado laboral, las dificultades en el ejercicio de sus derechos sexuales y reproductivos, entre otros aspectos.
El Rector Graue ha sido aliado e impulsor de las políticas de género en la UNAM. Habrá quienes consideren que sus propuestas son mejores, pero no podemos negar que se ha avanzado, y mucho. Es nuestro deber, como Mujeres Universitarias reforzar estas acciones y acompañar a las autoridades universitarias. Exijamos con justicia, es nuestro derecho: ¡ni una menos!
Ex Magistrada del TEPJFMC_Alanis