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A Leonard Cohen
Cada país tendrá sus prioridades económicas y estrategias políticas, pero hoy, más que nunca, el gran reto es la reconciliación.
Tuve la oportunidad de asistir a las elecciones en EUA, invitada por la Fundación Internacional para los Sistemas Electorales (IFES). participamos 500 representantes de más de 20 países, y no puedo borrar de mi mente los rostros de incertidumbre y de asombro, conforme avanzaban los resultados la noche del 8 y la madrugada del 9 de noviembre. A lo lejos, un grupo celebraba los triunfos del candidato republicano. Nosotros íbamos reduciéndonos en número y en espíritu.
El miércoles 9, las sesiones de análisis y diagnóstico de las elecciones fueron anticlimáticas. La conclusión, desde la mirada de los expertos electorales, fue que ya era momento de reformar el anquilosado y antidemocrático sistema electoral norteamericano. Los colegios electorales y las “demarcaciones” son vicios que se mantienen para favorecer a unos cuantos en contra del voto popular. Los defensores del sistema, no tuvieron otro argumento mas que el de la voluntad de los “founding fathers”.
En las urnas se manifestaron un poco mas de 61.1 millones (47.0%) a favor de Trump, y un poco más de 62.3 millones (48.0%) por Hillary. Estamos ante un resultado inconsistente y contrario al principio de “un elector – un voto”, estándar internacional de cualquier democracia representativa.
Así es el sistema, y los resultados fueron aceptados por la candidata demócrata Hillary Clinton2. Sin embargo, en su “concession speech”, inicia sosteniendo que “la nación está más profundamente dividida de lo que imaginaban”, y hace un llamado a seguir participando de manera permanente, y no solo cada cuatro años, para lograr derribar las barreras que existan o que se impongan a las personas, por motivos de raza, religión, género, condición migratoria, preferencia sexual (LGTB) o discapacidad.
La democracia se está yendo de los USA, es lo que hoy cantaría Leonard Cohen, en sentido opuesto a su legendaria canción “Democracy” (https://youtu.be/ltxgSePnmTU), y quizá más de la mitad de la población votante en Estados Unidos lo compartiría, después del triunfo, a través del voto indirecto, del candidato que utilizó como estrategia de campaña, el lenguaje del odio y de la discriminación.
Desafortunadamente, a partir del día siguiente de la elección, se han dado muestras de conductas discriminatorias y xenófobas en todo el país, muy lamentables. Algunos ejemplos: 1. El movimiento denominado “Alt-Right”, cuyo ideólogo Richard B. Spencer en un discurso pronunciado hace tres días, a unas cuadras de la Casa Blanca, expresamente dijo que “América perteneció a la gente blanca, ‘hijos del sol’, raza de conquistadores y creadores que han sido marginados, pero que ahora, en la era del presidente electo Donald J. Trump, estaban despertando su propia identidad”, y cerró el evento acompañado por su audiencia de alrededor de 200 jóvenes, quienes levantaron el brazo derecho como el saludo nazi, gritando “Hail Trump”, “Hail nuestra gente” y “Hail la victoria” (GOLDSTEIN, Joseph. The New York Times. Nov.20,2016). 2. En el Estado de Massachussetts, la Procuradora Maura Healey anunció la creación de una línea directa “New hate crime hot line”, toda vez que en la última semana han recibido más de 400 denuncias de hechos discriminatorios. Los funcionarios señalaron que destacan conductas de bullying y hostigamiento por motivo de raza, religión y orientación sexual: En West Springfield a una pareja puertoriqueña le pintaron el coche con la leyenda “váyanse a casa”; en Milford, las colonias fueron tapizadas por el periódico del Ku Klux Klan (KKK) “The Crusader”; en Randolph, una mujer afrodescendiente que manejaba acompañada de su hija fue sacada de la carretera y una pareja blanca les gritó “regresen a su país de origen” (ROCHELEAU, Matt. The Boston Globe. Nov. 23.2016).
Los Congresistas, el Senado, la Suprema Corte, todo el servicio público, los medios, el sector privado, las Universidades, el cuerpo diplomático acreditado en los Estados Unidos, así como los organismos y agencias internacionales, deberán enfocar esfuerzos específicos para trabajar en la reconciliación. La prevención, sanción y reparación de derechos humanos violados por discriminación, deben de ser los objetivos estratégicos, y el acceso a la justicia para estos casos, debe ser la prioridad.
Ex magistrada del TEPJF.
@MC_Alanis
alanisfigueroaster@gmaul.com