El peso recuperó 42 centavos el día de ayer y debe recuperarse más en los siguientes días y semanas. El precio del dólar puede volver a los niveles promedio de 2015 en poco tiempo. Siendo así, con niveles del dólar similares al de 2015, los precios en pesos de los productos importados no tendrían porque subir. Los precios de los alimentos importados, en particular, no deberán incrementarse por encima de los niveles que ya teníamos el año pasado y por lo tanto no tendría por qué haber un deterioro en el poder adquisitivo de los salarios, ni incrementarse, por mayores precios, ni las carencias, ni la pobreza en nuestro país.

Preservar el poder adquisitivo es cuidar el bienestar de las familias. Esta es, sin duda, la principal tarea de la política monetaria y de la política económica.

El día de ayer la Secretaría de Hacienda anunció un recorte de 132 mil millones, una parte a cargo de Pemex, 100 mil millones, y otra parte en el gobierno federal, 32 mil millones. Cuando en una familia hay un exceso de gasto sobre sus ingresos y no puede, ni debe endeudarse más, lo correcto es reducir el gasto. En el caso de un gobierno es más urgente aún, porque el exceso de gasto sobre su ingreso, afecta las variables monetarias, la balanza de pagos —todos los pagos que hacemos y nos hacen del exterior— y por supuesto el tipo de cambio. Las finanzas públicas están en la base estructural del sistema monetario.

El ajuste anunciado era necesario y es el inicio de una rectificación de la política hacendaria. Es una muy buena noticia. Si este ajuste no fuese suficiente, esperaríamos ajustes más significativos en el gasto del gobierno federal. Pero es un inicio plausible. Es fundamental preservar y mejorar el salario real.

El incremento de la tasa de interés por parte del Banco de México es una medida complementaria, muy importante, que ayuda a preservar el salario real.

El alza en la tasa logrará un doble objetivo. Primero, puede propiciar flujos favorables del exterior —nuestras tasas serán atractivas— e inhibiremos la búsqueda de mejores rendimientos en otros países y podremos reforzar nuestras reservas internacionales. En segundo lugar, las tasas más altas pueden inhibir un exceso de gasto que pudiera traducirse en importaciones altas que llegaran a afectar nuestra balanza de pagos, nuestras reservas y nuestro tipo de cambio. Así, eliminar las subastas de dólares es consistente con el incremento de la tasa. Así también, se complementa la política fiscal.

Política monetaria y fiscal en la misma dirección.

El objetivo fundamental, preservar y cuidar el bienestar de las familias, está bien puesto en la mira.

Director del CEESP

@foncerrada

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