Una de las metas centrales planteadas por el gobierno de la República, es alcanzar un México con Educación de Calidad. Y al cumplimiento de este propósito se han orientado las principales estrategias y acciones gubernamentales en la materia.
La reforma educativa constituye la columna vertebral del proyecto educativo nacional, cuyos beneficios ya son tangibles para los alumnos, docentes y planteles que integran el Sistema Educativo Nacional. Se trata de una reforma de largo alcance y la primera iniciativa de Reforma Constitucional, de cuyas leyes secundarias provino el mandato para elaborar el Nuevo Modelo Educativo.
México tiene uno de los cinco sistemas más grandes del mundo, en el que están inscritos más de 36 millones de alumnos, cuenta con dos millones de docentes y 257 mil 825 escuelas en todo el país.
De ahí la trascendencia y alcance del Nuevo Modelo Educativo, producto de la reforma educativa, que viene a representar un nuevo paradigma pedagógico, cuyos cinco grandes pilares, son:
El Cambio pedagógico basado en el principio “aprender a aprender”, que pretende dejar atrás una pedagogía basada en la memorización para transitar a un nuevo enfoque en el que los niños y jóvenes aprendan a razonar, discenir y formular hipótesis.
Coloca a las escuelas en el centro, para transformarlas en verdaderas comunidades de aprendizaje, las cuales contarán con recursos propios, infraestructura digna y plantillas de maestros completas, menos burocracia y mayor autonomía de gestión. Ello posibilitará que la comunidad escolar tenga mayor capacidad para decidir el destino de los recursos, la operación de los planteles e inclusive incidir en el contenido del plan de estudios.
Establece la formación y desarrollo profesional de los docentes, como actores claves para lograr la transformación educativa. El objetivo es que la carrera profesional de los maestros se pueda hacer a partir de su mérito y esfuerzo. Por ello, tienen ante sí el reto de prepararse para ser mejores y la responsabilidad de forjar ciudadanos libres, comprometidos y participativos, con base en los nuevos contenidos pedagógicos.
Equidad e Inclusión, para que las niñas y los niños independientemente de si tienen alguna condición de discapacidad, de desventaja económica, de origen étnico y de género, no queden excluidos de una educación de calidad. En tal virtud, se prioriza el mejoramiento de la infraestructura en los planteles más necesitados, las becas se orientarán a quien más las necesite y que las niñas y niños tengan las mismas oportunidades. Propone que la cultura y la lengua de las comunidades indígenas sean parte de su formación, y que los alumnos con discapacidad estudien en escuelas incluyentes.
Finalmente, la Nueva Gobernanza Educativa da la más alta prioridad a la participación de todos los actores involucrados y con responsabilidad en el sistema educativo, para coordinarse de forma adecuada: gobernadores, autoridades educativas estatales, instituciones del sector, organizaciones de la sociedad civil, padres de familia y maestros, principalmente.
El Nuevo Modelo Educativo, que se instrumentará a partir del ciclo escolar 2018-2019, pretende que las escuelas públicas cuenten con dos herramientas medulares: el idioma inglés (que los maestros sean bilingües) y el uso de las tecnologías.
En general, da una ruta clara y precisa sobre qué es lo que se tiene que hacer para transformar de fondo el Sistema Educativo Nacional, de cara a los desafíos que impone el siglo XXI, para que los estudiantes conozcan lo que pasa en el mundo, sean individuos libres, responsables y comprometidos; y los maestros asuman su rol como verdaderos transformadores de la sociedad.
Senadora de la República.
Presidenta de la Comisión de Atención a Grupos Vulnerables. @LiliaMerodio
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