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Escucho a Castañeda impulsando candidaturas independientes; a Creel en su campaña para constituyente de la Ciudad de México; a Alcocer opinando sobre temas electorales y a Paco Ignacio Taibo con arengas frente al plantón de la CNTE. ¿Qué tienen en común? Formaron parte del grupo San Ángel.
1994 fue un año que marcó la historia de México por la irrupción del EZLN en Chiapas, el mismo día que entraba en vigor el Tratado de Libre Comercio para América del Norte. Colosio fue asesinado el 23 de marzo. Ernesto Zedillo lo sustituyó en la candidatura del PRI. Cuauhtémoc Cárdenas competía por segunda ocasión por la Presidencia, ahora como candidato del PRD. Aún quedaban activas organizaciones de lucha por la democracia después de la caída del sistema del 88. Fernández de Cevallos era candidato del PAN. Las elecciones se llevarían a cabo el 21 de agosto y se esperaban, además de una competencia reñida, más brotes de violencia.
El 11 de mayo, el New York Times dio a conocer un texto de Carlos Fuentes en el que apuntaba: “que la sociedad civil tenga imaginación para asegurar que el día de las elecciones, los trenes no choquen, las locomotoras se detengan y en la estación todos podamos abordar el convoy de la democracia”. Solicitaba al presidente Salinas “actuar como presidente de todos los mexicanos, no como jefe de un partido, una facción o una generación… para pasar a la historia como el presidente de la transición democrática”. Ese calificativo no recayó en Salinas, sino en Ernesto Zedillo, seis años después.
Jorge G. Castañeda, Demetrio Sodi y Adolfo Aguilar Zínzer convocaron a 81 personas de distinta ideología y militancia partidista que de alguna manera estuvieran ligados a los candidatos, a conformar el grupo que se reunió por primera vez el 9 de junio.
Los pronósticos no se dieron. Zedillo ganó con el 48.69% de los votos y el grupo se desintegró justo por su heterogeneidad ideológica y la divergencia de intereses de sus miembros.
Uno de ellos, Vicente Fox, fue presidente seis años después. Creel su secretario de Gobernación y Castañeda el de Relaciones Exteriores.
Castañeda sólo duró dos años en el cargo. Después, en 2004, promovió un amparo ante la negativa del IFE de aceptar su candidatura independiente para la elección de 2006. Elevó el asunto a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y luego ésta a la Corte Interamericana, la que resolvió en contra del Estado mexicano en 2008. Hoy es impulsor de candidaturas independientes para 2018 pensando en él mismo y en otros posibles, a los que convoca en espacios distintos a San Ángel.
Elba Esther Gordillo, desde el SNTE, respaldó veladamente —se dice—, la candidatura de Fox en 2000 y fue expulsada del PRI en 2006, por favorecer a Felipe Calderón. Desde febrero de 2013, está recluida y sujeta a procesos penales. En el mismo 2006, apoyaron a López Obrador otros integrantes del grupo: Enrique González Pedrero, José Agustín Ortíz Pinchetti, Clara Jusidman, Ignacio Marván y Rogelio Ramírez de la O. Manuel Camacho, entonces comisionado para la Paz en Chiapas, también se acercó a AMLO. Llegó al Senado y desde ahí logró impulsar a nivel constitucional, la posibilidad de un gobierno de coalición, como lo imaginaba desde el 94.
Agustín Basave es hoy presidente del PRD. Manuel Clouthier Carrillo es diputado federal independiente. Miguel Basáñez acaba de dejar la Embajada de México en Estados Unidos.
Carlos Heredia, Eugenio Anguiano e Ignacio Marván están en el CIDE; Lorenzo Meyer y Sergio Aguayo en el Colmex.
A Carlos Fuentes, Adolfo Aguilar Zínser, Monsiváis, Samuel Ruiz, Luis Villoro, Ricardo García Saínz y Néstor de Buen, entre otros, ya no les alcanzó la vida para presenciar el final de esta historia.
Directora de Derechos Humanos de la SCJN
