Leonardo Curzio

Castigos ejemplares

Resulta conmovedor y altamente esperanzador, enterarme que el gabinete federal decidiera que, a partir de enero del año próximo, todos los secretarios de Estado y cabezas de sector empezarán a usar transporte público para sus desplazamientos

28/12/2015 |02:17
Redacción El Universal
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Resulta conmovedor y altamente esperanzador, enterarme que el gabinete federal decidiera que, a partir de enero del año próximo, todos los secretarios de Estado y cabezas de sector empezarán a usar transporte público para sus desplazamientos. Los movimientos entre ciudades los harán en aviones comerciales y recibirán, en todos los aeropuertos, el tratamiento de cualquier ciudadano para pasar los filtros de seguridad y demás vejaciones cotidianas. Se espera que con este “baño de realidad” los funcionarios encargados de regular y sancionar, entiendan mejor lo que significa la vida cotidiana de los ciudadanos. A los responsables de comunicaciones y transportes se les enviará un fin de semana largo a las autopistas del país y tendrán que ingresar, el lunes siguiente, a través de las saturadas autopistas y comprobar así el funcionamiento de las casetas de peaje. Cada uno de ellos se hará responsable de verificar su vehículo y pedir la renovación de su tarjeta de circulación. Todos los funcionarios deberán hacer una declaración mensual de sus ingresos entregando a sus contadores, copias de sus estados de cuenta y además serán sometidos a una evaluación patrimonial para evitar cualquier desviación del recto proceder. Se atenderán en las clínicas públicas y harán los trámites bancarios, de seguros y afores como todo hijo de vecino, sin posibilidad de recurrir a un tratamiento distinguido por su cargo. Sus guaruras, que hasta ahora servían para molestar a vecinos y comensales de los restaurantes a los que acuden, serán comisionados para agilizar el tráfico en las carreteras y algunas labores de provecho similares para la vida de los ciudadanos.

Ante el alud político que esto ha provocado, el jefe de Gobierno ha decidido no quedarse atrás y ha dispuesto que él y sus secretarios recorrerán la ciudad de México en horas punta, tomando nota de todos los desperfectos y comprobando la cartografía del bache, los parques secos y descuidados y los desincronizados semáforos. El jefe de Gobierno ha anunciado que reducirá el salario de sus colaboradores en función de las faltas que personalmente detecte. Al secretario de Seguridad Pública (mejor conocido como el secretario de apoyo a las movilizaciones) lo instruye a dar soluciones a los cinco peores nudos viales de la capital so pena de enviarlo todos los días a hacer un recorrido en un Aveo sin aire acondicionado, desde Revolución hasta el Aeropuerto y tratar de entrar a la ciudad de México por la carretera de Toluca a las siete de la noche.

El conjunto de los delegados verá cómo sus emolumentos se reducen por cada farola fundida o tope mal pintado. Por cada prado no regado se suspenderá al subdelegado o funcionario que corresponda una semana de su periodo vacacional y personalmente tendrá que hacer tequio. Al llamado secretario de Movilidad se le conminará a resolver algunos de los acuciantes problemas de la ciudad so pena de llamarlo el “secretario de la inutilidad en trámite”, pues en su Secretaría nada parece funcionar y todo se anuncia en trámite. Varios gobernadores, presas de esta lógica eficientista empiezan a temblar y la amenaza más directa es que, de no mejorar la situación general de sus estados en materia de seguridad y finanzas públicas, les quedará terminantemente prohibido anunciarse en televisión con lo cual se espera que muy pronto tengamos resultados sorprendentes, pues está claro que no hay cosa que les duela más. También a los ministros de la Suprema Corte se les ha amenazado con quitarles tan augusto nombre y llamarlos, en cambio, el “Consejo del Reino”. Por sus jugosos emolumentos y su actitud principesca de “yo decido y otros pondrán en marcha mis decisiones”. Su desdén por explicar sus disposiciones a la opinión pública y su falta de preocupación por la justicia cotidiana, los asemeja más a miembros de la Cámara de los Lores que a jueces republicanos. Pero me acabo de percatar que hoy es 28 de diciembre y por supuesto, nuestro país seguirá igual el año próximo, bueno espero que un poco mejor…

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Analista político.

@leonardocurzio