Gracias a las radiaciones provocadas por las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki, todavía subsiste el llamado “Rey de los monstruos”, Godzilla, representante destructivo por excelencia de la radiación nuclear.
De este legendario lagarto gigantesco dado a conocer por Hinoshiro Honda en 1954 han dicho cineastas contemporáneos como Steven Spielberg: “El mejor filme de monstruos que he visto” o como Quentin Tarantino: “Godzilla es un mito intocable de la cultura moderna y una de las fuentes de mis pesadillas”.
Del monstruo que no una sino varias veces ha barrido con la ciudad de Tokio, no sólo existe toda una mitología al derredor de los llamados “Kaiju Eiga”, los filmes nacidos de los átomos enloquecidos de la radiación nuclear sino una de las más grandes y formidables filmografías recurrentes que se repiten una y otra vez en el fantástico japonés, que le han dado de comer durante décadas a los jerarcas de la compañía Toho, enfrentando a la colosal criatura contra toda una monstruología casi inimaginable.
Megalón, Biollante, Mothra, Anguilas, King Ghidora, Megaguirus, Cibergodzilla… y hasta el mismísimo King Kong (En quien se inspiró Honda para la creación del monstruo), han pasado por los guantes de Godzilla, antes de ser noqueados fílmicamente.
Se dice también que el famoso lagarto ha sido notable inspiración demoledora en personajes como Manlio Fabio Beltrones y partidos dinosaurios que nunca han estado en peligro de extinción como el PRI.
Lo anterior viene al caso ante la súbita aparición de una gran cantidad de películas que se creía se habían perdido durante el paso del Beta y el VHS al DVD y ahora al Blu-ray.
Afortunadamente no ha sido así, por lo que el paso de los formatos antiguos de video de la cintas de Godzilla han tenido más que un simple revival, regresando una y otra vez para arrasar con Tokio y otras latitudes. Por su parte ya sea como entidades únicas, todos los montruos que se han enfrentado a él, ya sea en mano a mano o en batallas campales de todos contra Godzilla, han acabado valiendo madres.
Los estadounidenses han tratado de darle una lección no una sino varias veces, y el resultado ha sido siempre lastimoso y vergonzante. Su máximo gallo, King Kong fue despachado sin piedad a manos del que también ha tenido series de tv y cintas de animación y una vida licenciosa que le dio como producto un hijo (Godsuki), del que poco se sabe, pero que, al perecer, es bueno para el trompón como su padre.
Directores como Roland
Emerich han sido repudiados por los seguidores del gigantesco reptil, por haberlo puesto a nivel del piso con su versión cinematográfica (1998), que le redituó más pena que gloria con dos Razzies. En el 2014, Gareth Edwards le llenó los bolsillos a Columbia Pictures, y agotó la paciencia del público con un Godzilla al que le faltaban rasgos humanos. El año pasado Japón sacó la casta con una nueva versión monstruosa y destructiva de un Godzilla en una brutal monster-movie muy superior a su aparición (2014) en Godzilla final wars. Su más reciente regreso tendrá lugar este 2017, en una nueva versión animada que, ya veremos.
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