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1 El próximo mes de marzo el compositor, cantante y guitarrista hispano, Cirilo, viene a México para una estancia de por lo menos seis meses con un nuevo disco bajo el brazo, pagado de su bolsillo, que incluye en la producción a Nigel Walker cuyas credenciales incluyen entre sus clientes al mismísimo Paul McCartney, Pink Floyd, Mick Jagger, Bob Dylan, Los Dire Straits y Los Rodríguez. Con 13 temas nuevos, este disco (tercero formal en su carrera) con el que viene a picar piedra, está editado por Alternativa y ha contado con la colaboración de una banda integrada por Candy Caramelo (de fama Calamaro), José Bruno (batería) y Julián Kenevsky (guitarras) que lo sitúa sónicamente en los terrenos del pop británico, el folk americano y hasta un toque de alternativo, en un sonido finamente pulido y muy competitivo para el estándar local.
Por lo pronto algunos curtidos productores radiales nacionales ya le han visto posibilidades a este cantautor que, bajita la mano ya ha alternado con gallones de la talla de Buddy Guy, en una gira previa que hizo en California, Florida, Mississippi, Nashville y Chicago. Para su trabajo en México lo respaldará una banda de músicos locales de sobrada experiencia. Veremos cómo le va.
2. Mientras el talón de Aquiles del rock mexicano, sobre todo con bandas nuevas, sigue siendo la ausencia y poca credibilidad de imagen y por lo menos un currículo de prensa modesto que les funcione a manera de tarjeta de presentación para conseguir tocadas, hay las que, como en el caso de Los Bartolina, se preocupan por equilibrar la balanza entre rock e imagen y con un buen currículo en mano mueven su primer CD homónimo en busca de buenas oportunidades. Integrado por Humberto Herrera Tilectic (voz y segunda guitarra), Alfredo Espinoza (guitarra líder) y José Alcides (bajo), son de los pocos que tienen una muy buena tarjeta de presentación con información de medios impresos, internacionales y electrónicos en estos tiempos de saturación de redes sociales y sitios patito.com. Por otro lado se han movido en radio y televisión (con buena presencia en YouTube) y han participado en algunos festivales de rock locales, además de haberse agenciado el premio Primer “Artista Propuesta” de RockActivist. Su disco bilingüe se consigue en sus tocadas y selectos puestos del Tianguis del Chopo.3. Si hubiera ya no digamos la habitual sordera de lo que queda de las disqueras transnacionales, sino un poco de sentido común, María Robot: Yenerala: voz; Carlos: guitarra y Chino: batería, estarían no sólo presentando con todas las de la ley el amalgama profesional de rock industrial nacional con buenas posibilidades de internacionalización de su primer disco.
El problema es que estamos en México, donde no suceden los milagros y sí prolifera el plástico, la corrupción y la impunidad musical, que se traduce en cosas como Jesse y Joy y similares, que pagan por un Grammy Latino, de los que se dan por la puerta de atrás (pregúntenle a Caifanes) del negocio particular de Emilio y Gloria Stefan.
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