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Resulta increíble que, salvo muy contadas excepciones, las tres disqueras que quedan vivas ayudadas del respirador digital, pero con muerte irreversible ya anunciada, no apliquen lo poco que les queda de sentido común y volteen a ver atrás el catálogo, otrora sustentador no sólo de ventas sino de sentido común musical y prestigio disquero.
El problema es que con los nuevos “ejecutivos” en puestos claves y los que traían las tortas en puestos directivos, no hay ni a cuál irle. Aunque el problema mayor es que no saben nada de música y trabajan en música.
Por eso es bienvenido el agosto que, desde la clandestinidad, ejercen en estos tiempos económicamente difíciles desde la oscuridad un puñado de conocedores y rescatistas emocionales que, hurgando en sus archivos personales, o bajando del cielo digital lo que tenga que bajarse, sirven a un gran público que busca rarezas que las majors ya nunca van a sacar. Y no sólo eso sino que se las ingenian para presentarlo lo más profesionalmente y fidedigno que se pueda. Un arte que las disqueras grandes ya olvidaron por aferrarse nada más a lo digital, en lugar de darle su lugar al producto físico. Por eso ya ni llorar es bueno.
De hecho no hay que llorar cuando algunos emprendedores como Rubén y José Luis sacan en su disquera hechiza discos compactos como el Pre-Creedence, que data de 1964, editado por la ya desaparecida disquera Gamma (en el sello Golondrina) con 14 temas de Tom y John Fogerty antes de la formación de lo que luego sería Creedence Clear Water Revival. Rubén y José Luis son también los mismos que acaban de editar el Good Times!, de The Monkees: su primer álbum en 20 años (12 en su carrera) con rolas específicamente compuestas para lo que queda del grupo armado para darle la batalla en su momento a The Beatles: Michael Nesmith, Peter Tork y Micky Dolenz.
Y agárrense, porque los compositores son: Noel Gallagher, Andy Partridge (que fuera líder de XTC), Paul Weller (parte fundamental de The Jam), Neil Diamon, Rivers Cuomo (de Weezer) y Ben Gibbard (Indie Death Cab For Cutie y The Postal Service), Carol King & Gerry Goffin, Harry Nilson, Tommy Boyce & Bobby Hart… aparte de un crew de respetables músicos de estudio como Adam Schlesinger, Jody Porter y Brian Young.
En total son 13 canciones producidas y mezcladas por Schlesinger para Rhino.
Estos emprendedores, que se encuentran a la mitad de Jesús Carranza rumbo a Mamamoros, son los que en un acto supremo de amor por la música han sacado también 10 volúmenes de los Chart Busters de la legendaria Motown, que se complementan con la edición 2006: una caja de cinco compactos, editada por Universal Music, cuando todavía había intereses en algunos ejecutivos y conocedores de soul y otras aleaciones como Herbé Pompeyo o Pascual Gutiérrez que, nada que ver con los Alfredos Delgadillos de hoy que pasaron a oficinas faraónicas sin saber nada de nada en materia musical.
pepenavar60@gmail.com