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En el banquillo de los acusados, Jimmy Page y Robert Plant se han estado defendiendo en una corte de la ciudad de Los Ángeles de un supuesto plagio de una de sus canciones más legendarias: “Stairway to heaven” (paradójicamente la más odiada por Plant).
La demanda fue interpuesta por un tal Michael Skidmore, albacea de Randy California, guitarrista de Spirit y compositor de la canción “Taurus”, que alega que un segmento de la canción tiene un notable parecido con “Escalera al cielo”, que hasta 2008 había generado ganancias por 562 millones de dólares.
De ganarle el tipo a los comandantes del Dirigible, sólo conseguirá una mínima parte de beneficios de la rola y que se cambien los créditos de los compositores. No va a ser fácil que le ganen a Zep, acostumbrados a ese tipo de juicios, mientras que otros británicos, harto descarados (Coldplay), no son llevados a juicio por robarse todo lo que pueden de otras canciones porque, dicen sus allegados, que prefieren pagar lo que se roban por debajo del agua.
· A todos les llega su hora y, el “Copete de hueso”, Phil Collins no va a ser la excepción.
El también baterista de Génesis ha declarado que ya no pertenece a este mundo y que piensa que nadie lo va a echar de menos si se hace de lado.
A la edad de 60 ha amasado una fortuna de varios millones de dólares y parece que es hora de disfrutarla sin las presiones de las habituales giras de rock a las que estuvo acostumbrado desde Génesis.
Por cierto, el marketing estratégico de Sony, acaba de sacar en producto físico un álbum triple (The many faces of Genesis) con material inédito (The Jonathan King Sessions) y rarezas como por ejemplo, la canción “Guide me, Orion”, que interpretaba con su primer grupo:
Flaming Youth.
Muy recomendable.
· Crece el número de grupos de rock mexicano que han caído o están a punto de caer en las garras de agencias de representación patito, de esas que, con tal de sacarles rápidamente una lana, les prometen promoción en prensa que incluye aparte televisión y radio. Suenan tan bien las propuestas que, algunos hasta se ponen de a pechito con lo que les ofrecen avispadas mujeres y machos calados que, por supuesto, cobran por adelantado. Después, si los grupos ven algo publicado en medios impresos al margen de las notas patito de Internet, debe considerarse como un verdadero milagro. Muchos estrellas de nuestro rock no sólo ha caído con esta gente y, lo más increíble, vuelven a reincidir reclamando siquiera una nota de su disco o sus planes entre muestras de comida, degustación de vinos, feria de garnachas, desfiles de tangas y demás.
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