Melómanos, coleccionistas y fetichistas del rock van a dar saltos y marometas de gusto por el lanzamiento —vía el marketing estratégico de Sony Músic— que ya está distribuyendo el muy apreciado catálogo de Music Brookers a un precio accesible (un promedio de menos de 200 pesos) por una colección de álbumes triples con más de 40 temas por artista conceptual.
La sorpresa, como la correspondiente taquicardia del ya los quiero, simplemente obedecerá a las preferencias y gustos musicales del santo de la devoción de cada quien, del que seguramente acabaran descubriendo algo nuevo en la lista de canciones de cada artista compilado. Aunque no tardan en aparecer los nuevos lanzamientos del concepto The Many Faces Of (Elvis Presley, Joy Division y Pink Floyd), por el momento ya están disponibles para consulta con el bolsillo estas antologías (con buenos créditos de producción) de las que es responsable de lanzamiento y seguimiento de producto Consuelo Núñez Ávila.
Del muerto más famoso en lo que va del año: David Bowie está el A journey through inner world of David Bowie con 42 canciones divididas en tres temáticas: “Las Muchas Caras del Duque Blanco con las Arañas de Marte”, “El Mundo de David Bowie (con parámetros que van de Jacques Brel a Chuck Berry) y “Tesoros y Canciones” (con algunas versiones a cargo de Velvet Underground, Iggy Pop, Ian Hunter y Mick Ronson) con muy buena información de Marcelo Montolivo y dedicatoria especial a la memoria de Ziggy Stardust y dos arañas clásicas: Ronson y Trevor Bolder.
De los Rolling Stones, la jornada a través de un mundo que mediante contrato con el diablo ya rebasa los 70 años, los incondicionales se van a encontrar con aventuras que incluyen nombres altisonantes para luego pasar a los tracks favoritos de Mick y Keith. Para cerrar están las versiones originales de muchas stonianas de culto a cargo de temperamentos como el Nat King Cole Trio, Bo Diddley, Roberth Johnson y Buddy Holly.
En el mismo concepto ha sido resucitado Bob Marley & The Wailers, con su mundo privado, las versiones (dub) y las originales de la banda, más la influencia británica que les dejó la escena en su momento catártico. De eso mismo puede presumir la edición de los artilleros de Motorhead, luego del descenso a los infiernos de Lemmy Kilmister. El house francés, con afortunados desvíos hacia el rock electrónico y el funk, no ha podido ser más agraciado con la trilogía de discos de Daft Punk (Caras, raíces e influencias y la Un Disco Scene). Como ya anda amenazando con regresar el Copete-de-Hueso, Phill Collins, un poco de progresivo de calidad al estilo de Genesis no está mal, menos si incluye las Jonathan King Sessions.
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