Doble celebración esta noche del rock cantado en lengua tzotzil en el museo universitario del Chopo: por un lado, el grupo Lumaltok de Zinacatán, Chiapas dentro del concepto denominado “Estruendo multilingüe”, que ya lleva dos años de vigencia en una especie de alternativa a ese otro rock mexicano cantado en lenguas indígenas y, por el otro, los del territorio de los vampiros alados de la región llegan con disco ambicioso, producido por Conaculta, en su serie De Tradición y Otras Rolas: Vukub Ja’ vil: “Siete años entre la neblina”.
Este nuevo disco de Lumaltok, inscrito en una original vertiente que amalgama el hard rock con la psicodelia, el blues y sonidos alternativos, producidos en la comunidad de los altos de Chiapas en el Cultivarte Estudio, con apoyo de la asociación civil de Mexibal, en San Cristóbal de las Casas, pone de manifiesto el talento de sus cuatro integrantes (luego de decirle adiós a su sax, el maestro Chango): los Pérez: Cheko (bajo), Diego (guitarra) y Moy (batería), más la guitarra líder y voz de Julio Hernández “Zanate”. La propuesta de mundos paralelos musicales similares, pero diferentes en cuanto al tratamiento cantado en lenguas indígenas originales, como el tzotzil, vienen a sumarse con este nuevo disco a otras alternativas extra-fronteras sudamericanas o a las cantadas en catalán o en ezkarra, por citar unas cuantas.
Lumaltok propone una disyuntiva sonora y vocal diferente de ese otro rock que, mediante los conectes culturales de Conaculta, puede llegar —como lo ha hecho el álbum de Sak Tzebul “Selva Soñadora”— a Europa y otras latitudes no solo como una curiosidad o moda, sino como a una resonancia original en lengua propia que, muy seguramente va a llamar la atención de los fanáticos del rock por muchas razones, entre ellas por su esmerada presentación (parece disco importado), la edición impresa bilingüe y la lírica que proponen cantada en lengua original.
Las 11 rolas de este álbum fuera de serie plantean una propuesta de aportación lingüística diferente en contribución la cultura musical mundial basada en ocho años de trabajo. Su sonido en directo es de lo más efectivo si tomamos en cuenta que se trata ahora de un power-cuarteto, con buen dominio del escenario, como ya lo dejaron ver la semana pasada en su presentación en la Feria del Libro del Cenart. Con idea no sólo en lo meramente musical, sino también en las cuestiones de markenting para promocionar al grupo, Lumaltok hasta se permite guiños de humor como homenajear el famoso paso cebra beatle en una original tasa donde sus integrantes cruzan un camino de su comunidad.
Muy bueno, si buscan una alternativa de rock diferente.
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