Con la industria discográfica un tanto en la disyuntiva entre el formato tradicional físico (LP y CD) y las diversas plataformas digitales, que no son la panacea que muchos piensan, los label managers de las tres disqueras grandes que quedan (Sony, Warner y Universal) que manejan y que saben de los repertorios de rock y pop que forman los catálogos base de la estabilidad disquera (y que hacen lo que pueden) mucho mejor que los jovencitos recién llegados que creen que el rock comenzó con Green Day y el cine con Tarantino, hay otra ala digna de tomarse en cuenta en estos tiempos de ofrecer calidad: los conocedores.

Éstos, que no se circunscriben a los caprichos de la industria establecida que parecen que no tiene más bandera que Katy Perry, Beyoncé, raperos y hiphoperos anodinos y grupos de rock desechables que ya no aportan nada, son los que, aprovechando la situación, se han convertido en gurús de muchos, a los que ofrecen un producto alternativo al más de lo mismo al que se aferran los burócratas y contadores, que tienen tomada la industria, que ya está entrando al rigor mortis.

Estos especímenes raros son, al mismo tiempo, directores, promotores y vendedores de su propia disquera. La diferencia es que venden calidad y no cantidad, al amparo de su conocimiento de artistas y catálogo mundial referido a ediciones raras y poco comunes que, ya se sabe, circulan en muchas partes del mundo, menos en el DF. Gracias a gurús como Miguel Castañón, Armando Miranda o José Luis Mondragón, por citar a tres que saben lo que tienen y lo que venden, los coleccionistas pueden ser transportados al paraíso discográfico (remasterizado digitalmente y con bonus tracks) con colecciones de taquicardia como las de The Rutles, Edgar Brughton Band, Sir Lord Baltimore, Riverside, Horslips, East Of Eden, Klaatu y más.

En el orden de las rarezas, los infartos pueden manifestarse con, por ejemplo, la discografía completa de Los Gatos (padres del rock argentino), Los Shakers (“los Beatles sudamericanos”), Los Saicos (progenitores peruanos del punk, antes de Ramones) y exponentes undergrounds de la psicodelia, el blues y el rock progresivo en grado superlativo.

Algunos hasta presumen el recién y en directo Stiky Fingers, grabado en el Henry Fonda Theatre, de Los Ángeles, el 20 de mayo de este año, con el que están abriendo su actual gira los Rolling Stones. De ese mismo disco se dice que hay una edición Deluxe (incluida la lectura del Libro de los Muertos egipcio, que les da cuatro horas a las piedras para hacer de las suyas en el escenario y luego regresar al sarcófago hasta la próxima resurrección). Lo mejor de todo es el precio, de pronóstico reservado, para la calidad que venden.

pepenavar60@gmail.com

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