Este artículo lo presento el fin de semana, por lo tanto me es imposible conocer el resultado de las elecciones. Sin embargo, hemos participado colaboradores de Ciudad Posible para conocer las plataformas, sus contenidos y las propuestas principales de los candidatos a jefes delegacionales y diputados locales. Por la experiencia y el contacto con las campañas, podemos predecir el desenlace y afirmar que nuestra democracia va en reversa.

Arrancamos una campaña intensa en redes y creamos el #CandidatoSostenible, para acercar a ciudadanos y candidatos a la discusión y reflexión sobre los temas ambientales en la Ciudad de México y la urgencia de establecer planes de más largo plazo con visión metropolitana.

Tuvimos una amplia participación en redes y en medios de comunicación; recibimos de la ciudadanía buena respuesta y varios candidatos firmaron la “carta compromiso”. Esperamos una vez que tomen posesión, impulsar y presionar a través de la sociedad civil una agenda verde en materias como agua, energía, transporte, basura, contaminación y ordenamiento urbano.

Una de las razones que nos llevó a diseñar esta campaña fue motivar la participación directa, activa y razonada de los ciudadanos. Esto surgió debido a la percepción de varios colaboradores de que sectores amplios de la población o se abstendrían de votar o acudirían a las urnas para anular su voto. Ambos comportamientos en protesta por lo que muchos identifican como la partidocracia o la corrupción en las dirigencias de partidos.

La verdad es que hay motivos de sobra, pero no se van a resolver con la abstención. Es cierto también que a pesar de un número significativo de reformas político–electorales y de haber logrado la constitución de organismos autónomos, siguen vicios muy graves. Se ha construido una ley compleja que ha dado lugar a elecciones onerosas y a una burocracia desproporcionada; tampoco se han combatido a fondo violaciones graves en los procesos democráticos.

El elemento esencial de la democracia es el respeto a la libertad del voto. Si éste derecho se vulnera, todo el andamiaje normativo se viene abajo. Lamentablemente, es lo que está sucediendo: gobiernos de estados y municipios, como en el DF y sus delegaciones, violan la libertad del voto, al condicionar abierta o veladamente la inclusión en programas sociales, a sectores pobres. El populismo y clientelismo electorales en varias entidades pero muy marcadamente en el DF han generado una subcultura de dependencia electoral: los programas se supeditan al voto y por lo tanto se vulnera el derecho de libertad del voto.

Muchos ciudadanos por su parte, se convierten en partícipes directos de estas prácticas, convirtiendo las campañas en una competencia de dádivas. Fue muy común en campañas en el DF, la entrega de despensas y obsequios, quiere decir que muchos acudían no para escuchar las propuestas y conocer a candidatos, sino para recoger cualquier obsequio. En las funciones de representación de los partidos en el proceso electoral, los miembros de los partidos exigían una remuneración económica es decir, ya no lo hacen como un deber cívico sino para tener un ingreso adicional. Esto obliga a los partidos a buscar recursos para pagar el “servicio” de representante en las casillas o generales, lo que es inaudito.

Pero lo más grave, lo que podemos calificar como el “fracaso de nuestra democracia” es la “compra del voto”; después de tantas reformas y del alto costo de procesos, las elecciones se resuelven principalmente no por el voto, sino por lo que se conoce como la “movilización” del voto duro de cada partido, donde la mayoría de los partidos han incurrido en la compra directa de votos; pagando en efectivo por cada voto emitido y comprobado.

Esta lacra además de destruir nuestra democracia, aleja a muchos ciudadanos de participar, y ganan las elecciones quienes tienen mayor poder de manipulación y más recursos económicos y no las mejores opciones; por esta razón la abstención del voto, solo fortalece estas malas prácticas. El único antídoto eficaz contra la manipulación y la corrupción, es la participación amplia de los electores; mientras no suceda, nuestra democracia irá en retroceso.

La campaña en redes sociales de Ciudad Posible fue exitosa y en algo contribuyó. Seguiremos por este camino de animar e informar a los ciudadanos a la participación libre y democrática.

ciudadposibledf.org
Twitter: @JL_Luege

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