El próximo 5 de diciembre de 2017 Ciudad de México (CDMX), antes Distrito Federal (DF), cumplirá 20 años con gobiernos surgidos del PRD. Desde luego, el PRD que llegó al gobierno del DF en 1997 con Cuauhtémoc Cárdenas como el primer jefe de gobierno (antes era regente) no tiene nada que ver con el actual. En ese entonces Andrés Manuel López Obrador (AMLO) era el presidente del PRD (agosto 1996 a abril 1999), el mismo que ocasionó la escisión en ese partido para iniciar la creación de Morena en 2011. Este es el segundo artículo de la serie.

Las izquierdas ahora son muy diferentes a las que existían antes de la caída del muro de Berlín. En el extremo estaban los partidos comunistas, dentro del bloque y órbitas del imperio soviético, donde se acercaban lo más posible a dictaduras a nombre del proletariado, gobernados por elites con control absoluto del poder. En el otro extremo estaban los partidos que hacían suyos a la social democracia, donde destacaban los gobiernos escandinavos, el alemán, italiano y francés que promovían Estados con aparatos de seguridad social amplios y de beneficios en salud y pensión muy generosos, y apoyo a sindicatos, a empresas paraestatales.

Después de la caída del muro de Berlín las izquierdas también se transformaron. Los partidos comunistas quedaron para la arqueología de la ciencia política, esto es, desaparecieron. La social democracia evolucionó con ejemplos de gobiernos con logros trascendentales. Está el caso de Felipe González (Partido Socialista Obrero Español) que encabeza el proyecto en 1985 para que España forme primero parte de la Comunidad Económica Europea, que evoluciona posteriormente en la Unión Europea, uno de los inventos de instituciones de gran complejidad creados por la humanidad. Esto permitió que España experimentara una revolución y transformara todas sus instituciones con un gran sentido de responsabilidad fiscal y monetaria. Ayudaron de manera importante los pactos de la Moncloa (1977) con los que España tomó al toro por los cuernos para darle estabilidad política y económica, al iniciar una de las reformas fiscales integrales más importantes e impulsar la figura de las comunidades autónomas. No es un mal referente en términos de desempeño económico un partido de izquierda como el de Felipe González. Sin embargo, la izquierda española de ese entonces queda muy lejos de lo que ahora promueven las “izquierdas” mexicanas, y en particular las que han gobernado la CDMX.

¿Qué tienen en común las izquierdas que han gobernado CDMX? En los hechos se distinguen por promover acciones de gobierno que denominan “programas sociales” diseñados para otorgar transferencias a grupos de la sociedad que consideran vulnerables. El programa icónico es el que inició AMLO a partir de 2001 con el nombre de “Pensión Universal para Adultos Mayores de 70 años”. Este apoyo se otorgó prácticamente sin distinción alguna, independientemente del ingreso o si se recibía una pensión por parte del IMSS, ISSSTE, Pemex, CFE u otro instituto de seguridad social. Los adultos mayores de 70 años recibirían mensualmente 580 pesos. Este programa contrastaba diametralmente con el Programa de Educación Salud y Alimentación (Progresa) del Presidente Zedillo que se creó para sacar a niños y jóvenes del círculo vicioso de la pobreza al condicionar el apoyo y obligar a los padres de población en pobreza extrema a acercar a sus hijos y darles acceso de servicios de salud, recibir alimento especial para madres en proceso de gestación y llevar a la escuela a sus hijos. Dos visiones de cómo abordar problemas: el primero da apoyo independientemente de necesitarlo; el segundo se diseña para identificar a quien necesita el apoyo del Estado, crea padrón, lo sujeta a reglas de operación y a esquemas rigurosos de evaluación.

Otros programas que introdujo la administración de AMLO fueron: Atención Integral para Madres Solteras Residentes en el DF; Seguro de Desempleo; Becas a Estudiantes de Secundaria, Preparatoria y Universidad. Todos estos programas se caracterizaron por carecer de seguimiento y evaluaciones públicas. John Scott, uno de los académicos más reconocidos en el estudio y evaluación de programas sociales para abatir la pobreza, lo ha manifestado públicamente, basta sólo buscarlo en google.

La influencia de estos “programas sociales” ha sido de tal magnitud que todos los órdenes de gobierno independientemente del origen del partido que los llevó al gobierno los han imitado. De hecho se puede afirmar que AMLO es quien ha definido desde el 2001 hasta el día de hoy la política de gasto de los tres órdenes de gobierno del país. Uno de sus más fieles seguidores en ampliar la gama de “programas sociales” fue el presidente electo Felipe Calderón, quien prometió y cumplió su dicho: “voy a rebasar a la izquierda por la izquierda” (10 de septiembre de 2006). Introdujo a nivel federal el programa de apoyo a adultos mayores, y con los altos precios del petróleo y endeudamiento dio inicio a una de las expansiones de gasto más importantes desde el gobierno del presidente López Portillo.

No obstante los “programas sociales” en DF/CDMX no hay evidencia para mostrar el costo beneficio. A juzgar por las mediciones del Índice de Desarrollo Humano disponibles por entidad federativa que son para 2008, 2010 y 2012, la mejoría fue magra al pasar de 0.82, 0.83 y 0.83 respectivamente. Lo que sí es un hecho es que CDMX dispone de las clientelas políticas mejor organizadas en este país.


Economista.
@jchavezpresa

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