Tratándose de policías, la pregunta vale para muchos países, empezando por Brasil, pero la actualidad se sitúa en EU. Trayvon Martin (1995-2012), en Florida, Michael Brown (1996-2014) en Ferguson, Tamir Rice (2002-2014), Eric Garner, el vendedor de cigarros de Nueva York, y ahora Freddie Gray (1990-2015), en Baltimore. Cuatro jóvenes negros y uno no tan joven, matados por policías, y en el caso de Martin, por un “vigilante de barrio”. En un sexto caso, la víctima fue mexicana. Dichos casos, excepcionalmente visibles, porque fueron filmados y dieron la vuelta al planeta, llamaron y llaman la atención sobre la brutalidad y, hasta ahora, la impunidad de unos policías que actúan como en el Lejano Oeste. En cuatro casos las víctimas fueron abatidas sin justificación, en los otros dos la muerte llegó de otra manera, pero también sin justificación. Todos vimos el video del arresto y muerte de Eric Garner y le oímos repetir “no puedo respirar”, mientras los policías lo mantenían en el suelo y lo estrangulaban.
Barack Obama tenía razón al comentar, después de ver el video: “nadie podrá más acusar a los negros de exagerar cuando evocan al racismo”. Tampoco podrán acusar a los mexicanos y demás “morenos”. Razón otra vez, tuvo “el primer presidente negro” al declarar que Trayvon Martin pudo haber sido su hijo, o él mismo hace treinta y cinco años y denunciar, a propósito de la muerte de Michael Brown, la diferencia de trato según las etnias, por parte de la policía y de la justicia de su país. Hay que recordar que en todos los casos mencionados, con excepción del último de Baltimore, los responsables no han sido juzgados, menos uno, George Zimmermann, asesino de Martin, quien fue exonerado por el jurado. La gravedad de los motines de Baltimore, consecutivos a la muerte de Freddie Gray, explica en parte la rapidez de la investigación y el hecho de que la fiscal de la ciudad haya prontamente imputado a los seis policías involucrados en la detención del joven que murió bajo custodia policial. Imputados y detenidos.
Ella calificó al caso Gray de “homicidio” y presentó graves cargos (uno de asesinato en segundo grado) contra los agentes. La fiscal Marilyn Mosby, afroamericana, es hija y nieta de policías, pero no se encuentra en el Sur profundo, como la víctima Michael Brown, sino en una gran ciudad que tiene una alcaldesa negra, y son negros también el comisionado de policía y… tres de los policías acusados, y el conductor de la julia donde Gray sufrió las lesiones que provocaron su muerte unos días después. En Ferguson, Missuri, si bien la mayoría de la población es afro, casi todas las autoridades son blancas. Pero en todas partes la policía es muy violenta y aplica un trato diferenciado según el color de la piel.
Hay en EU unos 4 mil muertos al año a la hora de los arrestos. 32% de los muertos son afros, cuando representan el 12% de la población. Uno de cada tres afros nacidos en 2001 irá a la cárcel, mientras que las probabilidades son de uno de cada seis para nuestros “hispanos” y de uno por diecisiete para los “blancos”. Cifras de la Secretaría de Justicia. La “cuestión de la raza” sigue siendo desagradable. Claro que las cosas han mejorado y mucho. La primera vez que llegué a México, en 1962, viajé en coche de Nueva York a Laredo y conocí todavía al Sur de la segregación, el de los baños separados en las gasolineras, de la separación en los autobuses… Hoy, eso desapareció, las barreras legales fueron levantadas y todos los ciudadanos tienen los mismos derechos, pero las imágenes de Ferguson, Phoenix, Nueva York muestran una realidad deprimente. En 2008 los partidarios de Obama, al festejar la victoria, coreaban: “la raza no importa”. Sí y no. Dos problemas se confunden, la brutalidad policial y las desigualdades sociales, raciales por ende.
Investigador del CIDE.
jean.meyer@cide.edu