El ajedrez puede ser considerado no sólo como un simple pasatiempo, sino como una actividad educativa que hace felices a los que la practican, al menos, mientras juegan. Para el ex campeón mundial Tigran Petrosian, “el ajedrez es un juego por su forma, un arte por su conteni- do y una ciencia por su dificultad. Pero si usted aprende a jugar bien, sentirá entonces una gran felicidad”.

En su tiempo, el filósofo Aristóteles (384-322 a. C.) dijo: “la felicidad es al mismo tiempo la mejor, la más noble y la más placentera de todas las cosas. Sólo hay felicidad donde hay virtud y esfuerzo serio, pues la vida no es un juego”.

Como competencia, el ajedrez es un compendio de principios e ideas de índole recreativa y un edificante esparcimiento para la mente. Según el ex campeón mundial José Raúl Capablanca, “el ajedrez sirve, como pocas cosas en este mundo, para distraerse y olvidar momentáneamente las preocupaciones de la vida”.

La filosofía dice que la felicidad es el placer de los sabios. El ajedrez expresa el sentido lúdico de la vida, pero también las virtudes del esfuerzo, la disciplina y el estudio.

Según el filósofo alemán Emanuel Kant, “la felicidad es parte integrante del sumo bien, el cual es para el hombre la síntesis de virtud”. Por su parte, el teólogo escocés Thomas Chalmers (1780 1847) dijo: “La felicidad de la vida consiste en tener algo que hacer, alguien a quien amar y alguna cosa que lograr”.

El ajedrez tiene momentos maravillosos: cuando se gana; pero si se pierde, provoca una sensación de fatalidad e ineptitud. La intrincada urdimbre del juego es la que causa emociones y sentimientos encontrados; sin embargo, la felicidad no está en la ausencia de retos o problemas, sino en la habilidad para superarlos.

El poeta Paul Verlaine (1844- 1896), en Nevermore, reflexiona: “La felicidad ha caminado codo a codo conmigo; pero la fatalidad en absoluto conoce tregua/: el gusano está en el fruto, el despertar en el sueño/; y el rendimiento está en el amor: tal es la ley/. La felicidad ha caminado codo a codo conmigo”.

Partida del Campeonato de Estados Unidos. Aunque las negras intentan tomar la iniciativa y pasan al ataque, las blancas contragolpean mediante un certero movimiento de dama que amenaza la captura de una pieza o un letal castigo al rey negro.

Blancas: Ray Robson (2663)

Negras: Alexander Onischuk (2664)

San Luis, Estados Unidos, abril 15 del 2016

Apertura de peón dama, ataque Torre (Eco A46)

1.Cf3 Cf6 2.d4 e6 3.Af4 d5 4.e3 c5 5.c3 Cc6 6.Cbd2 Ad6 7.Ag3 De7 8.Ce5 Axe5 9.dxe5 Cd7 10.Ab5 a6 11.Axc6 bxc6 12.Da4 Ab7 13.Ah4 f6 14.exf6 gxf6 15.c4 Tg8 16.0–0 h5 17.Dd1 Tg4 18.Ag3 Dh7 19.Tc1 a5 20.Te1 Aa6 21.cxd5 cxd5 22.e4 d4 23.Da4 Ab7 24.Db3, rinden negras, 1-0.

rjavier_vargas@terra.com.mx

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses