Este mes se recuerda y se rinde en todas las plazas, en todas las comunidades, en todos los municipios, en todo el país tributo a la Bandera de México, que es símbolo de más de 200 años de independencia, de 100 años de vida constitucional y que es imagen firme y fuerte de nuestro país soberano.

En la coyuntura que vive nuestra nación los símbolos patrios se presentan con más fuerza que nunca, nuestra Bandera simboliza independencia, libertad, unidad. Nuestra Bandera hondeando dimana historia, fortalece la esperanza, nos recuerda que el presente está en nuestras manos para forjar nuestro futuro.

Es voz viva que nos recuerda las luchas que nuestro pueblo libró para darnos patria, mismas que forjaron nuestra identidad, que nos dieron presente y nos animan a conquistar el futuro.

En sus colores está la sangre de quienes no dudaron ofrendar su vida por un México libre, está la esperanza de quienes sabemos que podemos construir un México posible y mejor para nuestros hijos, un país con independencia y unidad, un país con identidad.

Nuestra Bandera hondea siempre con gallardía sobre los retos y adversidades que enfrentamos, decía Andrés Henestrosa: “Cuando parecía que todo estaba perdido, siempre quedó un hombre de pie, la Bandera en el puño y el Himno en los labios”.

La Bandera es la síntesis de las luchas de Hidalgo, de Morelos, de Bravo y Aldama, es el resultado de la congruencia de Guerrero e Iturbide para anteponer el amor a la patria y juntos forjar un proyecto de nación sin más sacrificio de los hijos de México. Así lo dijo el indispensable Vicente Guerrero: “La unidad es lo único que puede vencer las tentativas de nuestros enemigos externos e internos”.

En nuestro lábaro patrio está el sustento de la igualdad, de la libertad y de la unidad, es la guía por donde transita la nación para darle un mejor espacio a nuestros niños, es la imagen que recuerda nuestro pasado indígena, nuestra herencia colonial y nuestro proyecto mexicano.

Rendir honores a nuestra Bandera es cantar el amor a nuestra madre; y verle rendir honores por parte de nuestros soldados y marinos es ver expuesta la lealtad sublime de las Fuerzas Armadas a México y a los mexicanos.

Ver hondear nuestra Bandera y cantar el Himno Nacional fuera de México es sentir vibrar nuestro corazón y comprender el inmenso orgullo de haber nacido en esta bendita tierra. Y hoy, México vibra y se enciende por quienes no están aquí, México voltea y se ocupa por nuestros hermanos que están lejos de la patria. Hoy los pliegues de la Bandera se extienden allende las fronteras para cobijar a sus hijos, para no perder de vista que somos más grandes que los retos y los muros que nos quieren construir.

Así pues, recordar el Día de la Bandera es un llamado a la unidad nacional en torno a las instituciones y al jefe del Estado Mexicano, para que se tomen las decisiones más responsables, que no permitan retroceder en nada en todo lo que hemos ganado. Que ante los amagos y actitudes hostiles de nuestros vecinos del norte, se ejecuten las acciones necesarias que acompañen a nuestros migrantes, se evite que sean agredidos y se hagan valer sus derechos humanos, que son connaturales y primeros que cualquier orden ejecutiva.

Presidente de la Cámara de Diputados

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