Javier Bolaños

Daños colaterales

20/02/2017 |02:16
Redacción El Universal
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Collateral Damage o Daño colateral fue una película de acción estadounidense del año 2002, que en pocas palabras nos explica el daño físico, económico o moral que alguien puede sufrir, como decimos en México, sin deberla ni temerla.

El origen del término es más bien sajón y se hizo popular durante la guerra del Golfo Pérsico, para describir las atrocidades que víctimas civiles sufrían a manos de las fuerzas militares americanas, cuando se equivocaban en el objetivo.

La conducta del Presidente 45 de la Unión Americana, no solo ha ofendido a nuestra Nación y afectado las relaciones económicas, sino que ha producido graves daños colaterales en el tejido social del pueblo americano.

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El apartheid contra el que luchó el gran Martin Luther King, parece renacer en el país del norte en perjuicio de los derechos humanos consagrados en la declaración universal del año 1948. “Hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces, pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir como hermanos”, sentenciaba desde el siglo pasado el líder social.

Todas las expresiones xenófobas del Presidente Trump han calado fuerte en el ánimo social; en muchos estados de la Unión, se vive un clima de hostilidad, de odio, que busca renacer un sentimiento que parecía ya sepultado, me refiero al desprecio, no solamente hacia los mexicanos, sino también a quienes emigraron del resto de los países de América Latina, y eso es muy peligroso y es un daño colateral derivado de sus actuaciones.

Y sostengo que es un daño colateral, porque el Presidente Obama ha sido el Presidente que más personas expulsó de la Unión Americana en los últimos 30 años, más que 5 Presidentes juntos. Fueron 2,768,357 migrantes deportados en sus 8 años de mandato, según cifras del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y no se incluye los 6 últimos meses de su mandato, pero nadie se quejaba del tema.Más con el actual gobierno, en mucho tiempo no habíamos tenido una relación gubernamental con tal nivel de conflictividad, ni eran comunes las redadas con tal violencia y flagrante violación de los derechos humanos.

Ante estas circunstancias tan desfavorables para nuestros connacionales, el mensaje de unidad nacional ha sido acertado, más la idea no debe centrarse en ¿qué vamos hacer para recibirlos? sino en apurar las acciones para que tengan todos los apoyos gubernamentales para defender sus derechos, y quedarse en aquel lugar donde han encontrado oportunidades y han formado familias.

Los casos de Guadalupe García deportada a Guanajuato; del dreamer Daniel Ramírez Medina, ahora preso en Seattle, y muchos más que sufren en el anonimato, son prueba de los daños colaterales que el Presidente americano ha propiciado.

Por lo pronto, el mensaje que desde México y otros países se ha enviado, repudiando las acciones de la nueva administración gubernamental de los Estados Unidos, es acertada y necesaria. Las manifestaciones per se no cambiarán en un día la situación, pero son la gota que abre la roca y la suma de ellas, la fuerza que derrumba muros.

Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados