Ante las acciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, los mexicanos y los estadounidenses (que no están de acuerdo con él) debemos unirnos y formar un frente común. Para México es momento de definiciones históricas y de Estado.

Los mexicanos debemos planear con inteligencia las acciones que vamos a realizar en varios frentes. Debemos lograr la unidad y un frente común de fuerzas y sectores, para afrontar las amenazas a nuestra economía, comercio y población.

Un ejemplo de cómo debe construirse la unidad nacional, lo dieron los ciudadanos que por miles marcharon en la Ciudad de México y en 15 estados de la República apenas el domingo pasado, expresando de manera enérgica y pacífica su rechazo a las políticas públicas implementadas por el gobierno que encabeza el presidente número 45 de la Unión Americana.

La organización demostrada en las dos marchas que confluyeron en unidad ante el emblemático Ángel de la Independencia, nos indica que estamos en la hora de los ciudadanos, quienes pueden y deben construir con las autoridades, las propuestas de transformación política, económica y social, que permitan a la Nación enfrentar cualquier desafío.

Por el momento, el reto más importante que nos convoca en un frente común, es la inminente construcción del muro que representa una afrenta a la dignidad de los mexicanos, y la amenaza del pago por parte de nuestro país, a lo cual nos oponemos con firmeza. Esto no generará ningún beneficio a México ni al país vecino, y sólo producirá división y encono, además de daños ambientales, económicos y comerciales.

México, está claro, no pagará el muro en la frontera norte, pero el gobierno y los ciudadanos debemos promover puentes de entendimiento y buena vecindad, con todos aquellos que al atravesar el río comparten nuestra inconformidad.

Por nuestra parte, en la Cámara de Diputados reforzaremos la diplomacia parlamentaria. Estoy convencido de que su rol puede jugar un papel importante, porque a través de las relaciones con otros Congresos se abren horizontes de desarrollo basados en objetivos económicos, políticos y culturales.

Buscamos acercamientos con los congresistas norteamericanos y queremos adelantar el encuentro interparlamentario entre ambas naciones. La última reunión fue en el año del 2013 y hoy es urgente y pertinente buscar esos contactos y explorar la posibilidad de que durante el primer trimestre de este año tengamos una reunión bilateral.

De igual forma será necesario diversificar nuestras relaciones en el orbe, un ejemplo de ello será la reunión interparlamentaria México-Cuba que celebraremos los congresistas el próximo fin de semana en la Ciudad de Mérida, donde tenemos la expectativa de importantes pronunciamientos de solidaridad y amistad, mismas que han caracterizado por muchos años la hermandad entre nuestros pueblos.

Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados

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