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Hablar de un Clásico es hablar de partidos de alta demanda en las taquillas, de esos por los que la afición se desvive, de juegos donde está puesto sobre la mesa el orgullo, el sentido de pertenencia hacia ciertos colores, el odio deportivo hacia el rival, el deseo de cantar los goles del equipo que nos apasiona; son simple y sencillamente partidos que se cuecen aparte.
En nuestro país no existe una pasión similar a la generada por el Clásico Nacional, el que marca como nunca la línea que divide a las Chivas del América, el encuentro esperado por sus aficiones para restregarse entre sí los logros de los suyos y el presente que viven; el juego por el honor, el que se disputa como si se tratara de una auténtica final, aunque sólo sean tres puntos en disputa. El domingo Guadalajara amanecerá con la fiebre del Clásico, aunque esta vez el conjunto rojiblanco tenga poco que presumirle a su oponente.
Es cierto; es triste y penoso que un equipo como las Chivas no haya dado muestras aún de su grandeza. Lo decíamos en espacios anteriores, a este Guadalajara le faltan alma, ímpetu y corazón para demostrar un nivel que vaya acorde a su tradición. Chivas ocupa el sitio 13 de la general con 9 puntos en la bolsa, por lo que su situación dista mucho de lo que vive el América.
La estrategia de Matías Almeyda no ha dado resultados, si bien sus pupilos consiguieron una victoria la jornada anterior ante Querétaro, entre semana dejaron claro que el funcionamiento colectivo sigue sin encontrar estabilidad, pues fueron eliminados de la Copa MX.
La situación al interior es crítica. Almeyda se ha visto forzado a rotar a algunos jugadores en posiciones estratégicas, pero tampoco ha sido la solución. Los problemas extra cancha en los que se ha visto envuelto el 'Gullit' Peña ensombrecieron la semana para un Rebaño que no encuentra guía en el camino. Aun así, su afición ha respondido haciendo largas filas en las taquillas, pues sea cual sea la situación de su equipo, el Clásico es de esos encuentros que nadie quiere perderse.
Del otro lado América no se aleja de los primeros lugares de la tabla, llega a este cotejo como cuarto con 15 puntos y la seguridad de vivir un mejor momento.
En su plantilla reina la confianza, pero no en extremo. Saben que cualquier descuido podría resultar fatal, y ese lujo no se lo pueden dar. La victoria contundente ante Monarcas, donde además despidieron a Cuauhtémoc Blanco, los dejó motivados rumbo al juego más importante de la campaña. La única incógnita está en el hombre que defenderá los tres postes.
Sí, las Águilas llegan con mejores argumentos, pero me parece que Chivas deberá buscar las variantes que lo hagan despertar y renacer las esperanzas en una afición bastante dolida.
Que sea un partido con buen futbol y grandes goles, pero de manera muy especial un juego limpio y sin violencia, que se pueda disfrutar en familia y amigos.
Twitter: @InesSainzG