El jefe de la policía de Washington, capitán John Anderton, dirige un proyecto llamado PreCrimen, mismo que pretende ser llevado a nivel nacional; PreCrimen lleva seis años bajando las tasas de criminalidad en esa ciudad, esto mediante la ayuda (o el uso) de tres personas capaces de ver de manera anticipada quién y dónde se cometerá un crimen, los tres “precognitivos” envían la información a través de un tipo de electrodos a un ordenador desde donde se ubica, de manera precisa, el lugar donde se llevará a cabo el delito así como el rostro del criminal; Anderton trabaja contra reloj, y una vuelta de tuerca lo ha puesto del otro lado de la mira; es el año 2054. Hasta aquí llega la ficción.

Philip K. Dick escribió El Informe de la Minoría en 1956; Steven Spilberg la hizo película (The Minority Report) en 2002; la escena de Tom Cruise manipulando con los dedos en una pantalla las imágenes enviadas por los precognitivos es ya un clásico que se ha parodiado hasta el cansancio, y debe ser una de las escenas más conocidas del cine en lo que va de este siglo.
Aquí empieza la realidad, que no es muy diferente: En Los Ángeles se trabaja, junto con la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), desde 2009 con un algoritmo que predice el momento y el lugar en el que se cometerá un crimen en aquella conflictiva ciudad. Los índices de criminalidad en Los Ángeles han caído de manera importante durante 21 meses consecutivos. El algoritmo de las “premoniciones” tiene el doble de éxito en la predicción de crímenes que su contraparte humana; en total se calcula que con los resultados alcanzados hasta ahora, se estarían ahorrando en Los Ángeles unos 9 millones de dólares al año, tanto en los costos de los que pudieron haber sido víctimas de esos delitos, como de los tribunales y otros gastos relacionados directamente con los crímenes evitados; el algoritmo, que cada día mejora a causa de los datos que se van ingresando, ya se está poniendo en práctica también en otros condados californianos. Con las predicciones, basadas en 10 años de datos duros, el Departamento de la Policía envía a sus agentes a lugares específicos en horas específicas, así de simple. Por el momento se ha estado utilizando esta tecnología para combatir el robo de autos, y se está empezando a utilizar en asaltos. Nueve millones de dólares ahorrados con prácticamente el mismo número de elementos y equipo policiacos.

No sabemos en cuántas de nuestras conflictivas ciudades se tengan los datos suficientes para desarrollar un algoritmo “precognitivo”, todavía peor sería saber en cuántas no se ha empezado a recopilar este tipo de información por mera estadística. Lo que si tenemos claro es que la inversión para el combate del crimen no debe limitarse a comprar más patrullas y llenar las calles de policías o militares, la inversión en ciencia y tecnología es fundamental para lograr resultados; o si algún jefe de gobierno o director de la policía visionario hubiera leído a K. Dick.

@Lacevos

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