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El hacer extensivo el programa Hoy No Circula para todos los vehículos —independientemente del número de su holograma— durante los meses de abril a junio es una medida parcial que responde a la emergencia ambiental que atraviesa la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) derivada de los elevados índices de contaminación del aire, pero que no soluciona de manera alguna el problema de fondo, el cual requiere de una serie de acciones integrales y coordinadas por las autoridades en todos los niveles de gobierno y vinculadas con TODOS los estados que forman parte de la megalópolis.
¿Dónde quedó el Programa para Mejorar la Calidad del Aire en el Valle de México 1995-2000? ¿Dónde está la política pública para revertir las docenas de muertes que se asocian cada año a la mala calidad del aire en y alrededor de la Ciudad de México? ¿Y el último Proaire y sus compromisos firmados en su momento por el Distrito Federal, Estado de México y la Federación?
Cualquier solución que se establezca de manera parcial solo en la Ciudad de México y el Estado México, no podrá tener impactos positivos de largo plazo sobre la salud, la disminución de la congestión vehicular, la competitividad de la Ciudad de México y la mejora de la calidad del aire a menos de que se establezca un programa de verificación no corrupto y efectivamente homologado en los seis estados.
El programa de verificación vehicular y el Hoy No Circula fueron medidas implementadas con el objetivo de mejorar la calidad del aire, dado que supuestamente incentivan a que el dueño de un vehículo mantenga y someta su unidad a una inspección y mantenimiento periódico que permite reducir emisiones de contaminantes que dañan a la salud. Ambos programas llevan más de 25 años en vigor y NO han resuelto el problema. ¿Por qué insistir en lo mismo?
En consecuencia, ambos programas deben de ir acompañados de otro tipo de acciones o de instrumentos de política que promuevan un cambio de conducta en la sociedad en general y que los gobiernos ofrezcan alternativas de movilidad sustentables. Existen acciones como la actualización de normas de emisiones de los vehículos nuevos ligeros y pesados; actualizar las normas de salud, de acuerdo a los parámetros establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS); acceso a combustibles más limpios en todo el país; desarrollar las condiciones necesarias para promover masivamente un transporte público ambientalmente limpio, eficiente y seguro; mayores inversiones en infraestructura para transporte no motorizado; acciones de gestión de la demanda de transporte y políticas de desarrollo urbano vinculadas con la movilidad sustentable, entre otras.
Una de las omisiones de las autoridades en el anuncio sobre las medidas para enfrentar la contingencia ambiental es lo relativo al aseguramiento de la distribución del Diésel de Ultra Bajo Azufre (UBA) en todo el territorio nacional. En México, el transporte de carga, utiliza en su mayoría diésel y representa 15% del total de vehículos que circulan en el país, responsable de 80% de las partículas suspendidas PM2.5, las cuales son las más dañinas y potencialmente letales para el ser humano, debido a su relación con el cáncer de pulmón.
En la medida en que México siga sin contar con combustibles limpios de bajo contenido de azufre en todo el territorio, tampoco podrá acceder a tecnologías de clase mundial que mejoren el transporte pesado. En ese sentido, se hace un llamado a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para que no siga postergando la actualización de la Norma 044, la cual establece los límites máximos permisibles de contaminantes para transporte pesado nuevo y seguir trabajando en la aprobación de una norma definitiva que asegure el abastecimiento de combustibles limpios en todo el territorio nacional.
Ante la incertidumbre y dudas que se han generado, los abusos de los taxistas, el transporte público insuficiente, las protestas sociales de transportistas en contra de las medidas adoptadas y muchas otras implicaciones que esto ha generado, parece que habrá que esperar a que los fuertes vientos nos hagan el favor de llevarse la contaminación aunque no lo harán por mucho tiempo. Lo que venga de julio en adelante tendrá que ser lo suficientemente audaz y efectivo, y ya no podrá repetir la misma medicina que no mejoró la salud el paciente. De hacerlo, el paciente pasará a terapia intensiva.
Lo que está en riesgo es salud y la calidad de vida de las personas, algo con lo que nadie se puede dar el lujo de jugar. Medidas como las planteadas temporalmente pueden llevar a algunos sectores de la población a adquirir nuevamente, como ya sucedió en el pasado, un auto adicional, viejo y contaminante. México debe de eliminar de una vez por todas los subsidios perversos a las gasolinas y para ello y las otras medidas que se deben de llevar a cabo se requiere de algo muy fundamental: voluntad política. ¿Será posible ponerla en marcha?
Director general del CEMDA, A.C.