Las últimas semanas hemos tenido momentos de incertidumbre que nos llaman a unirnos como pueblo, sabíamos que vendrían cambios que nos obligan a reflexionar sobre lo que hemos construido en los últimos años porque ahí es donde está gran parte de la solución a cualquiera de nuestros problemas.

Debemos tener claro, ante una amenaza común, la importancia de gobernar no con arrojo o insensatez, sino con prudencia, firmeza y claridad de rumbo. Gobernar proviene de una palabra griega que significa timonel por lo que implica conducir a buen puerto la nave del Estado, capeando huracanes pero aprovechando corrientes favorables.

En este proceso es fundamental tener metas medibles, metas claras que resuelvan problemas y necesidades. Podría hablar de acciones en varias áreas de gobierno, pero pido licencia para hacerlo del que considero más importante y que lleva la SCT, que es el Programa Nacional de Infraestructura (PNI), que como acto de gobierno nos fortalece y nos da independencia ante quien nos critica, desdeña y se cierra a nuestras aportaciones; debemos robustecernos en lo interno y potenciar nuestras capacidades y la mejor manera de hacerlo es crear infraestructura que nos comunique y nos acerque; por ello, la construcción de nuevos puentes, caminos, aeropuertos, puertos, ferrocarriles y redes de telecomunicación sirven para conectarnos, entendernos, comerciar entre nosotros y conocer mejor nuestro potencial como nación.

El gobierno hace mucho y en muchos ámbitos pero sin duda el PNI es la base para el desarrollo de los mexicanos. El programa de esta Administración ha sido el más ambicioso de las últimas décadas. A pesar de la crisis económica, tan solo en estos años se han invertido casi 1.5 billones de pesos en 106 Compromisos de Gobierno y 158 Proyectos Estratégicos. Al día de hoy se han concluido casi 69% y, con las restantes en ejecución, el avance del Programa está casi en 93%. Para 2017 se iniciarán 20 proyectos más con una inversión de más de 26 mil millones de pesos.

Hoy la SCT tiene obras en las 32 entidades federales; sin temor a equivocarme puedo decir que nunca se ha construido tanto y de tal trascendencia, resaltaría dos ejemplos de política de gobierno como: el Plan Nuevo Guerrero o el Plan para el desarrollo del estado de Michoacán que con una visión holística recupera no solo el tejido social, sino el potencial de crecimiento.

Pero no puedo dejar sin un lugar especial las obras monumentales como la construcción de 80 autopistas o el Aeropuerto de la Ciudad de México, el Puerto de Veracruz y la Red Compartida que, estas últimas, además de ser obras y acciones que sin duda se convertirán en íconos en el mundo por su tamaño, su potencial, su transparencia (estos proyectos están desarrollados dentro de la política de datos abiertos del gobierno federal) y sus características; nos hablan de la capacidad constructora de México y de que lo Hecho en México se hace bien y en tiempo.

Todos estos ejemplos me dejan en claro la suma de esfuerzos y la cooperación entre ciudadanía y gobierno nos obligan a jalar parejo en beneficio de todos. En días en que el diálogo entre los gobiernos de México y Estados Unidos pasa por momentos ásperos nos fuerza a pensar en nosotros; en entender que la unidad no puede escatimarse porque eso es lo más importante. Y saber que la infraestructura de comunicaciones y transportes es la herramienta necesaria para acercarnos y el PNI es sin duda el mejor instrumento de crecimiento y desarrollo de nuestro país.

Coordinador general de Puertos y Marina Mercante

gruizdeteresa@yahoo.com

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