En esta columna he subrayado anteriormente la importancia de poner las reformas estructurales en operación, pues cada una de ellas está impulsando el desarrollo del país y abriendo múltiples oportunidades para las generaciones futuras.

En febrero pasado, tanto el presidente Peña Nieto, como el secretario Ruiz Esparza recibieron premios en Houston y Barcelona frente a inversionistas y expertos en energía y servicios móviles de todo el mundo, por los grandes avances de México producto de la reforma energética y la de telecomunicaciones, respectivamente.

El Presidente anunció para este año, 3 medidas de gran calado: la licitación de la primera línea de transmisión de alto voltaje; la 4a licitación de la Ronda Uno de yacimientos en aguas profundas del Golfo de México; y finalmente, la liberación adelantada por 9 meses de la importación de gasolinas y diésel.

En particular, la apertura temprana a la importación de gasolinas y diésel tiene implicaciones mayores que van más allá del sector energético e impactan a todos los sectores económicos del país. Para cumplir con esta instrucción presidencial, no sólo tendrá que intervenir la Cofemer para regular la nueva relación contractual con las gasolineras o la CRE para regular la comercialización y el acceso abierto a la red de ductos, sino que las distintas dependencias del gobierno tendrán que actuar en consonancia.

Un aspecto fundamental de este gran esfuerzo intersecretarial pasa por la conectividad de la infraestructura logística y de transporte. En la SCT nos estamos anticipando a esta nueva demanda, abriendo nuevos espacios físicos y creando sinergias de conectividad multimodal. Estamos consolidando nuestra infraestructura para que responda como un sistema logístico de movimiento de personas y mercancías en forma oportuna, suficiente, segura y de bajo costo; los puertos sin duda son un gran ejemplo de ello.

Ganar estos premios es la prueba de que en otras comunidades se reconoce el liderazgo y la determinación del presidente Peña Nieto y del secretario Ruiz Esparza para impulsar cambios profundos en tiempo récord; y transitar así a una nueva era para el sector energético y el de telecomunicaciones, impactando positivamente en el bolsillo de los mexicanos.

No es ponernos una estrellita sin repercusiones, es una muestra de la certidumbre y la confianza de los inversionistas en el programa que desarrollamos, en las nuevas oportunidades de inversión que están detonando en México.

La reforma energética es un nuevo paradigma en el que México pasa de monopolios estatales hacia un nuevo modelo energético abierto y competitivo, con transparencia y estándares internacionales.

En materia de telecomunicaciones, este premio se suma a reconocimientos de la OCDE y del Foro Económico Mundial por los resultados obtenidos, me refiero entre otros: a la inversión extranjera directa de 6 mil 500 millones de dólares, y a los mil mdd de ahorro para los usuarios por la reducción de tarifas telefónicas.

Las políticas audaces del gobierno mexicano están derribando las barreras que impedían el cambio, y están acelerando la transición de un México rezagado a un México en movimiento, de un México atorado a uno próspero, moderno e incluyente.

Coordinador general de Puertos y Marina Mercante

guillermo.ruizdeteresa@yahoo.com

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