En enero pasado, el presidente Peña Nieto se reunió con 2 mil 500 líderes del mundo para discutir las implicaciones de la llamada “cuarta revolución industrial”, con motivo del Foro Económico Mundial 2016 en Davos, Suiza.

En sus intervenciones, el Presidente delineó la posición de México ante las grandes transformaciones tecnológicas que están redefiniendo radicalmente la producción, distribución y consumo en todo el mundo.

En verdad, nos encontramos frente al inicio de un nuevo paradigma a escala global; frente al comienzo de una nueva era. Esta vez nuestra revolución no es de vapor, carbón o acero, sino de conectividad y logística; de energía renovable; de software e información en tiempo real; del llamado “internet de las cosas” e industrias y ciudades “inteligentes”.

Ya no es el siglo XIX donde se talaban árboles y se hacían altísimas chimeneas para producir valor; hoy se trabaja con las ideas, con el aporte creativo, con los sistemas eficientes, como única manera de llevar a nuestra sociedad a mejores estadios de progreso y desarrollo.

Al igual que en las etapas previas; todas las naciones pondrán a prueba sus capacidades de innovación y logística. En México nos estamos preparando para aprovechar todos sus beneficios.

Desde el inicio de esta administración, el Presidente tuvo la visión de transformar México en una plataforma logística de clase mundial y alto valor agregado; donde la conectividad es fundamental para preparar a nuestra economía y llevarla a su máxima capacidad manufacturera y exportadora, sobre todo en productos como computadoras, teléfonos celulares, pantallas planas, vehículos y autopartes. Para eso, necesitamos un país interconectado no sólo con internet y telecomunicaciones digitales de avanzada, sino por medio de infraestructura física multimodal de última generación.

Es precisamente por eso que la SCT ha hecho de la interconectividad y la logística el hilo conductor de su programa de infraestructura. Bajo esta nueva visión no sólo se trata de construir infraestructura per se, sino de elevar exponencialmente su eficiencia integrándola en un todo armónico y bien coordinado, que dé mayores oportunidades a personas, productos y mercados de moverse y comunicarse más rápido y a menor costo.

Como nunca antes en la historia de México, estamos creando sinergias logísticas y de conectividad entre los puertos, que con 5 nuevos puertos y la ampliación de todos los demás duplicarán su capacidad en 2018, y se conectarán con las 52 nuevas autopistas, 80 nuevas carreteras federales, 3 trenes interurbanos, el Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, el programa México Conectado, la TDT, la Red compartida y el Nuevo Sistema Satelital Mexicano MEXSAT.

Gracias a esta estrategia de la Administración del presidente Peña Nieto, hoy México está listo para hacer frente a los nuevos retos tecnológicos, económicos y sociales que traerá consigo la cuarta revolución industrial. Así como otros países fueron punta de lanza anteriormente, en este nuevo siglo México debe aprovechar esta oportunidad para innovar; para elevar su productividad y competitividad; para estar un paso adelante en el futuro digital.

Coordinador general de Puertos y Marina Mercante

guillermo.ruizdeteresa@yahoo.com

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