La creación de empleos ha sido un dato que destaca la administración federal como particularmente positivo en el curso del actual sexenio.
Hace días, el presidente Enrique Peña Nieto afirmó que se está cerca de alcanzar la cifra de 3 millones de empleos creados durante la actual administración federal.
El Ejecutivo federal sostuvo que la importante creación de empleos se da en el contexto de un notable cambio en la economía del país que se constata al ver lo que ocurre en los sectores energético, financiero y de telecomunicaciones.
La población ocupada en el primer trimestre del año en curso es de 51.86 millones de personas, algo más de 3 millones de los ocupados en el primer trimestre de 2013.
Gran parte de los nuevos ocupados son empleados y en su mayoría reciben alguna remuneración. Sin embargo, las cifras deben evaluarse considerando las necesidades de creación de empleos que la economía del país tiene desde hace tiempo y la calidad de la ocupación creada.
Sobre la cantidad de puestos de trabajo que se necesitan en el país, desde hace tiempo se ha documentado que para poder incorporar a las personas que demandan ocupación se necesita crear por lo menos un millón de empleos.
Es una cifra que no se alcanza, ni en el actual sexenio ni en anteriores. La cuantiosa migración al exterior se explica en parte por esa incapacidad con la que funciona la economía del país. Sobre la calidad de los ocupados tampoco existen datos particularmente positivos.
En el primer trimestre de 2017, la tasa de informalidad laboral fue de 57.2% del total de la población ocupada. Por tanto, es mayor el número de personas que trabaja en condiciones de informalidad que el ocupado formalmente.
En este grupo se incluye a trabajadores subordinados que, aunque trabajan para unidades económicas formales, lo hacen bajo modalidades en las que se elude el registro ante la seguridad social.
Se ubican laboralmente en empresas, instituciones y oficinas gubernamentales. La norma técnica que se pretende aprobar para regular la subcontratación (outsourcing) implicará la multiplicación de contratos que cubren lo mínimo de las condiciones del trabajo formal o incluso están al margen.
Según los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, en el primer trimestre de 2017, todas las modalidades de empleo informal sumaron 29.7 millones de personas, un alza de 1.8% respecto a igual periodo de 2016. En detalle, en el primer trimestre del año 7.4 millones de personas están ocupadas de manera informal en empresas, gobiernos e instituciones.
Las difíciles condiciones en que labora la mayor parte de la población en México incluye también a los ocupados en condiciones críticas.
Son las personas que se encuentran trabajando menos de 35 horas a la semana por razones ajenas a su voluntad, más los que trabajan más de 35 horas a la semana con ingresos mensuales inferiores al salario mínimo y los que están ocupados más de 48 horas semanales con una remuneración máxima de dos salarios mínimos.
En el primer trimestre de 2017 equivalen a 14.4% de los ocupados. Es una cifra que aumenta en el curso de los años recientes. En el primer trimestre de 2014 la tasa de condiciones críticas de ocupación fue de 11.7%.
Los ocupados en la manufactura en condiciones formales con jornadas laborales de 40 horas a la semana son una minoría en el mundo del trabajo en México.
En el primer trimestre de 2017, los ocupados en las actividades secundarias suman 13.2, se incluye a los que trabajan en la construcción, la industria extractiva y de la electricidad. Los que laboran en la manufactura en México son una minoría en el total de los ocupados, tan sólo 8.5 millones de personas, 11.5% de los ocupados.
Una cantidad aún menor son los contratados por las firmas que tienen una participación relevante en las exportaciones realizadas desde el país a Estados Unidos.
Las diferencias salariales entre los que laboran en la manufactura en México con relación a los que trabajan en Estados Unidos son notables. En mayo de 2017 el salario promedio por hora en dólares que se paga en la manufactura en México es de 2.3 dólares. En Estados Unidos es de 20.8 dólares por hora. Cerrar la brecha no ha sido una tarea a enfrentar por los que conducen la economía y ejecutan la política económica en los 25 años previos.
Departamento de Economía Universidad
Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa
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