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El nombre de México no puede ser manoseado en foros internacionales, sean estos diplomáticos, económicos, académicos, deportivos o de cualquier índole.
Nadie tiene derecho a experimentar cuando está de por medio una representación oficial de nuestro país.
Cada vez que México sale al exterior; cada vez que México compite en el exterior; cada vez que México propone algo en el exterior, lo tiene que hacer respetando nuestros valores, leyes y dignidad; lo tiene que hacer con inteligencia y preparación; lo tiene que hacer con seriedad, con responsabilidad, porque la suma de las participaciones de México en todos los foros; llámese la Asamblea General de la ONU, la mesa de negociación del Tratado de Libre Comercio o el futbol, es lo que nos define ante el mundo como país.
Y si no respetamos la “marca” México, gradualmente abonamos en favor de su desprestigio. La suma de irresponsabilidades y errores en cualquier foro es lo que hace que nos falten al respeto. Y vaya que necesitamos que el mundo nos respete.
Digo lo anterior por algo que parece poco trascendente, pero no lo es, porque afecta el ánimo cotidiano nacional: todas las declaraciones posteriores al partido con Jamaica, en donde se trató de justificar la actuación de la Selección Mexicana con argumentos como que “se estaba preparando”, “están experimentando” y similares.
Jugó una Selección Mexicana que no es un equipo, sino un grupo de personas, que cada partido se empiezan a conocer porque nunca son los mismos. Pero lo más grave no fue el partido, sino esas explicaciones posteriores de directivos, entrenadores, técnicos que querían justificar la actuación del representativo nacional, como si fuera parte de un proceso en el cual se está mejorando para llegar al mundial. Ganar o perder es lo de menos; lo que no se vale es hacer el ridículo y pensar que no nos cuesta como país.
Si en foros internacionales nos dedicamos a experimentar, lo que vamos a cosechar como imagen global es que los mexicanos somos inconsistentes; es que los mexicanos somos superfluos; es que los mexicanos no sabemos tomar con seriedad nuestros compromisos.
Es por ello que, para mí, nunca debe de haber un momento, una participación, en donde se represente a México, sin pensar con toda seriedad que será con dignidad y eficacia. No estoy hablando de que siempre se gane o se convenza, pero sí de que nunca se haga el ridículo.
Y desafortunadamente hicimos el ridículo como nación el domingo pasado, pero más ridículo lo hicieron quienes trataron de justificarlo, sin importarles que están representando a nuestro país.
¿Queremos experimentar? Para eso está la casa, nuestro territorio, nuestros equipos y estadios, nuestros torneos. Nadie experimenta afuera. Hacia fuera debemos presentar lo mejor, siempre lo mejor.
México, como marca, debe de tener una representación alta, responsable y seria, en todos los foros. Aprendamos siempre del error para ver hacia delante. Y acordemos que no hay tema, foro o representación oficial de México que no comprometa a sus participantes a darlo todo ante la mirada global.
@EMoctezumaB
emoctezuma@tvazteca.com.mx