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A lo lejos, coronando una llanura interminable se alzaba majestuosa la montaña más alta de África: Kilimanjaro.
Parecía imposible alcanzar la cumbre. “¿Voy a llegar hasta arriba? Estoy cansado y apenas llevo cuatro horas subiendo”.
Y cuando estaba por autodescalificarme, me dijo el guía: “No mires sólo la cumbre. Faltan seis días caminando. Así cansarás primero tu mente que el cuerpo. Sólo céntrate en el siguiente paso. Ese es posible y alcanzable”. Hazlo despacio: “Pole, pole”.
Y así, paso a paso transcurrieron horas y días hasta que di el paso en la cumbre, ante mi propia incredulidad.
“Pole, pole”, la filosofía para lograr metas difíciles, haciendo primero lo simple; dar un paso y seguirlo de otro.
¿Quieres cambiar al mundo? Da un paso para lograrlo y luego otro. Pero si quieres cambiarlo sin empezar a esforzarte, vas a cansar tu mente.
El “pole pole” no es dar paso alguno sin dirección o propósito. La fuerza de cada paso es que te acerca a la meta. No basta con esforzarse. Hay que contar con una meta cierta.
Durante el ascenso al Kilimanjaro y sus nieves eternas medité que es tan importante voltear a ver la cima, como ocuparse de no perder el paso en el suelo.
¿Cambiar al mundo? ¿Cuál es tu meta? ¿Por dónde empiezas? ¿A dónde llegas? ¿Con quién lo haces?
¿Quieres cambiar a México? ¿Qué país te imaginas? ¿En dónde y con quiénes empiezas la travesía?
Cambiar comienza con el primer paso. ¿Cuál es el tuyo?
El mío empieza por iniciar un diálogo con el gobierno para que actúe antes de que llegue el Brexit mexicano; o el atrincheramiento, esperando las políticas de Trump.
Lo que sucede en el mundo muestra que el “orden establecido neoliberal” ya cedió y estamos viendo las consecuencias de su gradual desintegración.
Es torpe tratar de hacer mejor lo mismo que veníamos haciendo. Sólo queda reaccionar y hacerlo diferente.
¿Cómo? Atendiendo la sabiduría de quienes viven los cambios pegados a la tierra: la sociedad civil organizada formal e informalmente.
La SHCP quiere ‘regular’ y ‘controlar’ a las ONG sin percatarse de que son parte de las nuevas soluciones a la democracia horizontal que la tecnología hace posible.
Atender, apoyar, cultivar, promover más sociedad organizada es iniciar un “pole pole” social, en donde paso a paso la sociedad podrá alcanzar la meta de un México armónico, hombro con hombro, del gobierno.
Pensar, como lo hacen las áreas financieras del gobierno federal, que las organizaciones sociales sólo sirven para eludir impuestos o lavar dinero, es lo mismo que si las leyes señalaran que todo mundo es culpable a menos que demuestre su inocencia, o todo empresario abusivo, o todo estudiante subversivo, o todo funcionario público corrupto.
En un par de meses, cerca de mil organizaciones civiles nos reuniremos para dialogar con la SHCP sobre la urgente necesidad de que cambie su criterio y relación con nosotros.
No buscaremos un cambio radical, sino dar el primer paso para acercarnos a ella con calma, pero con determinación y constancia, como quien dice: “Pole, pole”.
Presidente ejecutivo de Fundación Azteca.
@EMoctezumaB
emoctezuma@tvazteca.com.mx