Mientras l@s mexican@s discutimos y exigimos incluir en la agenda pública temas del interés de los adultos, desdeñamos problemas tan importantes como el masivo embarazo de nuestras niñas y adolescentes a ritmo alarmante.

Tenemos un serio reto que debe atenderse con un mayor compromiso colectivo: casi medio millón de embarazos de niñas entre los 10 y los 19 años, cada año.

México tiene el mayor índice de embarazo adolescente entre los países de la OCDE.

Un agravante es que quienes mayormente se embarazan son las mujeres más pobres. La mitad de ellas no lo planeó, ni quiere saber de su bebé.

Esos bebés no deseados van a crecer, no sólo en la pobreza económica, sino también en la pobreza afectiva y emocional.

Una de cada tres hospitalizaciones de niñas de 10 a 14 años es por razones maternas (partos y abortos), así como nueve de cada diez hospitalizaciones de niñas entre 15 y 19 años.

En cuanto a los niveles socioeconómicos, 60% de las adolescentes sexualmente activas de los estratos más pobres se embarazan, frente al 20% de los estratos más altos.

Lo anterior es producto de dos sexenios, de 2000 a 2012, en que crecieron los embarazos adolescentes por el abandono del gobierno federal al no brindar orientación e información a los adolescentes y jóvenes para desarrollar su sexualidad con responsabilidad.

Ante ello, en 2014 el gobierno federal reaccionó e impulsó una Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes que articula esfuerzos sectoriales y programáticos para atender esa problemática a través de ocho ejes rectores y 19 líneas de acción.

La meta buscada es reducir a 50% el embarazo en adolescentes de 15 a 19 años, al tiempo de eliminar el embarazo en niñas menores de 15 años para el año 2030.

A mí me parece que se debe buscar una meta más ambiciosa, tanto en su impacto, como en el tiempo de su consecución.

Ya que, de cumplir lo programado, para 2030 habrá casi 8 millones de madres que interrumpieron a muy corta edad sus estudios por el embarazo y otros 8 millones de bebés no deseados que crecerán con las mayores carencias humanas imaginables.

Estamos hablando de 16 millones de mexican@s que tendrán todo en contra. Más de 10% de la población de 2030.

De acuerdo con las estadísticas de natalidad del Inegi, los registros de nacimientos cuyas madres tienen entre 10 y 19 años, es de 458 mil en el año 2014.

En ese año, los municipios con más nacimientos de madres entre 9 y 19 años de edad son Puebla, León, Juárez, Iztapalapa, Ecatepec, Tijuana, Guadalajara, Monterrey, Zapopan, Querétaro, Toluca, Aguascalientes, Nezahualcóyotl, Saltillo, Culiacán, Mexicali, Chimalhuacán, San Luis Potosí, Gustavo A. Madero y Acapulco de Juárez.

En nuestro país, mientras la fecundidad en las mujeres adultas se ha reducido, la Tasa Específica de Fecundidad (TEF) en adolescentes (15 a 19 años) ha crecido.

Esto obliga a una acción en todos los órdenes de gobierno y en la sociedad, más comprometida y decidida para que, quien no desee embarazarse, tenga información y formación para no hacerlo.

Presidente ejecutivo de Fundación Azteca

@EMoctezumaB

emoctezuma@tvazteca.com.mx

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