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Las elecciones legislativas en Francia se inscribirán entre los mas importantes cambios políticos desde que en 1958 se instauró la V República: la confrontación partidaria izquierda-derecha abandonará el primer plano y cambiará radicalmente el balance de fuerzas en la Asamblea Nacional. Continúa así una de las mayores revoluciones políticas que inició con la elección de Emmanuel Macron, primer presidente sin partido en Francia, y que se consolidará con la mayoría legislativa de su coalición “La República en Marcha” (LRM). No habrá cohabitación, como lo pretendían el Partido Socialista o la alianza entre la derecha de los partidos La República y UDI. Ni la izquierda ni la derecha alcanzarán mayoría absoluta en la Asamblea Nacional, según lo predicen todas las encuestas, porque Macron contará con una amplia mayoría parlamentaria.
A un día de la primera vuelta de las elecciones legislativas, mañana domingo 11 de junio, no hay duda de que el presidente sin partido pero con LRM, tendrá no sólo mayoría absoluta, sino muy amplia. La Asamblea Nacional se integra con 577 diputados y la mayoría absoluta con 289, las previsiones moderadamente optimistas le dan 400 diputados. Hace apenas un mes parecía imposible que Macron tuviera mayoría en la Asamblea Nacional, lo que le permitirá designar al primer ministro de su mayoría, con el voto de confianza de los integrantes de la Asamblea Nacional, lo que será prácticamente automático. Las intenciones de voto de esta última semana indican que LRM rebasará la franja del 30%.
Frente a Macron y La República en Marcha, todos pierden. Los líderes de los partidos de derecha, La República y UDF pretendían alcanzar la mayoría absoluta para obligar al Presidente a nombrar de entre los suyos al primer ministro y por tanto jefe de gobierno, pero renunciaron ya a la perspectiva de la cohabitación. Su derrota podrá ser histórica. El consuelo de la derecha es que sería líder de la oposición por alcanzar mas escaños con alrededor de 90 diputados. Por su parte el Partido Socialista será el gran perdedor, ya que pasará de haber tenido en anterior legislatura 284 diputados a unos 40. Si el Frente Nacional alcanza 15 diputados, por lo menos podrá constituir un grupo parlamentario. Los otros derrotados serán el Partido Comunista y Francia Insumisa de Jean Luc Melechon, que sólo lograrán entre 10 y 20 diputados.
Hay que recordar que la elección de los diputados de la Asamblea Nacional pasa también por una segunda vuelta, en la que deberán participar los que hayan quedado en primer o segundo lugar, pero sin alcanzar el 50% de la votación en sus circunscripciones. También podrán participar en esa segunda vuelta los que hayan obtenido el 12.5 de la votación y quedado en tercer o cuarto lugar. Los porcentajes se refieren a los votantes inscritos en las listas nominales. La segunda vuelta de las elecciones legislativas tendrá lugar el 18 de junio.
El otro asunto a tener en cuenta es que son candidatos varios de los designados por Macron como ministros o secretarios, y que si no ganan perderán también el cargo para el que les había nombrado. La democracia francesa es seria. El Presidente se ha comprometido a renovar y limpiar la vida política francesa, los partidos se ven obligados también a hacerlo porque el desprestigio, las divisiones y ciertas formas de corrupción les han costado caro. No tienen otra opción.
Para la oposición a Macron el panorama se ve negro, más aún cuando de las 11 circunscripciones en el extranjero, La República en Marcha gana 10, la victoria es aplastante y presagia lo que vendrá. Todo ello indica que el triunfo del Presidente en la elección legislativa del domingo 11 de junio será avasallador. Por eso en los últimos días de las campañas toda la oposición se enfoca a demandar a los electores: no darle el voto a Macron, bajo el argumento que sería darle demasiado poder y que en ese caso la Asamblea Nacional no podrá ser un contrapeso para el Presidente.
Como dijo Francois Mitterrand cuando fue electo presidente de Francia por el Partido Socialista, “los franceses no son idiotas y por qué no me habrían de dar la mayoría si me eligieron presidente”. La elección de Emmanuel Macron como presidente es un evento histórico en la política francesa. La crisis de los partidos de izquierda y derecha alcanzó su nivel más alto, es el derrumbe, pero muy probablemente el inicio la recomposición a la que se verán obligados, a tono con los nuevos tiempos. ¿Se acabó en Francia la división política izquierda-derecha? Habrá que ver. Por lo pronto estamos ante una nueva experiencia política.
El buen desempeño del presidente Emmanuel Macron en las primeras semanas de su gobierno en lo nacional con el nombramiento de su gabinete y los cambios sobre todo en lo político y lo social, así como en lo internacional durante reuniones bilaterales como las que tuvo con Angela Merkel, con Trump y con Putin, y ni qué decir de su buen desempeño político en la reunión de la OTAN y el G7. Emmanuel Macron gana el respeto de los franceses y del mundo. Tiene estatura política.
Periodista y analista internacional