Llegó el remolino y los alevantó

Título: El fin de la esperanza

Autor: Rafael Bernal

Editorial: Asociación Nacional del Libro

El título con que la Caniem celebra el Día Nacional del Libro este 2015 es una de las novelas menos conocidas de Rafael Bernal, del que ahora han rescatado algunas de sus obras olvidadas, sobre todo en el género policial, en el que ganó prestigio gracias a su célebre El complot mongol, excelente novela echada a perder en su versión cinematográfica (aunque ya se anuncia una nueva versión para el próximo año).

El fin de la esperanza apareció en 1948 bajo el sello de Calpulli, al parecer inventado pues Stylo, dicen, no quiso publicarla. Más cercana a las obras de denuncia que mostraban el deterioro del campo después de la Revolución, tiene un marcado acento político, que encubría en las novelas policiales que había editado poco antes.

En ese año aparecieron otros libros de estilos y tramas semejantes: Juan Pérez Jolote, de Ricardo Pozas; La escondida, de Miguel N. Lira; Entresuelo, de Gregorio López y Fuentes; Murieron a mitad del río, de Luis Spota; Cuentos mestizos, de Ramón Rubín. Pero sobre todo hay que leer esta novela tomando en cuenta Las batallas en el desierto, de José Emilio Pacheco, que sucede en esa época y en donde hay referencia a un hecho central en las páginas de Bernal: el rifle sanitario, a causa de la fiebre aftosa, y que provocó la muerte de miles y miles de reses, y la ruina de miles de campesinos, además del deterioro en la alimentación del mexicano del que nunca se repuso del todo.

La anécdota de la novela está centrada en una familia a la que acecha la tragedia, como en Vino el remolino y nos alevantó: los hombres son perseguidos, caen en el alcoholismo, se unen a movimientos armados (la Revolución, la Cristiada) y son asesinados o se convierten en asesinos; las mujeres de más edad cargan con la obligación de mal alimentar a los sobrevivientes, y las jóvenes son vejadas por los caciques, los políticos, y caen en la prostitución; sus vecinos, sin que se detalle, viven casi lo mismo, mientras los caciques viven en la opulencia, son corruptos y explotan a hombres y mujeres. Que ajusticien a uno de ellos no significa el fin del mal, sólo cambian de explotadores. El gobierno es cómplice de esos crímenes o no hace por evitarlos. Las comodidades y adelantos son inalcanzables para este pueblo, y en las ciudades terminan de corromperse las inocencias.

Bien narrado, carece sin embargo del encanto de la prosa de Bernal en otros libros. Y lo atacan algunas erratas.

........................

Decenio

Autor: José Ramón Enríquez

Editoriales: Ediciones sin Nombre/ UNAM

Mientras que los ateos desearían la fe de los creyentes, éstos envidian la seguridad del no creyente de que nada hay después de la vida; en estos poemas, de magnífica hechura, hay otras contradicciones que surgen al ver el sacrificio que enjuician inútil, y las iniquidades de todo tipo; hay remembranzas, pero apenas vislumbradas, esperanzas; aparente sencillez en un pensamiento complejo. Excelente libro.

........................

El retrato de Dorian Gray

Autor: Oscar Wilde

Editorial: Alianza Editorial

Con las obras clásicas sucede un fenómeno: todos conocemos la anécdota (no la trama) y se evita la lectura; precisamente una de las más conocidas es esta novela, que además del cuadro que cambia mientras el modelo no envejece, es un retrato malévolo de las costumbres, de la hipocresía de la Inglaterra de finales del siglo XIX, y una crítica divertida e insobornable de una sociedad no tan diferente de la actual.

........................

¡Chiquita y no te la acabas!

Autor: Martín Durán

Editorial: Cinar

Al principio me asusté de que en un volumen tan breve cupiera entero el albur mexicano, sobre todo que contiene ilustraciones de Jorge Aviña parecidas a las de las historietas de charros y vaqueros; los albures son bastante sobados y el autor los confunde con juegos de palabras sin considerar que se trata de un duelo de ingenio en el que gana el que acaba al último; alburea al lector, pero al autor le tocan las de perder.

........................

Sólo cuento

Compilador: Alberto Chimal

Editorial: UNAM

Este tomo, correspondiente a 2015, presenta a 25 autores con una obvia desigualdad en extensión, temática y calidad, aunque está dividida en tres grandes secciones; lo mejor, el juego erudito de José de la Colina y el desacralizador del excelente Carlos Velázquez; hay algunos extranjeros que parecen mexicanos y otros nacionales que aspiran a la internacionalización. Hay también diversidad ortográfica.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses