En el informe 2016 La educación obligatoria en México, que el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) entregó al Congreso de la Unión, recientemente, se describen los resultados de aprendizaje que logran los estudiantes de la educación básica. Aunque desde su creación el INEE ha informado a la sociedad sobre este tema, por primera ocasión nos proporciona elementos para conocer cómo está el aprendizaje ahora y cómo ha cambiado a través del tiempo. La información que presenta el INEE al respecto proviene de tres fuentes: las evaluaciones realizadas por este instituto en 2015 (Planea: Plan Nacional de Evaluación del Aprendizaje) y las realizadas en años anteriores (Excale: Exámenes para la Calidad y el Logro Educativos), así como la que coordina la OCDE desde el año 2000 (PISA: Programa de Evaluación de Estudiantes Internacionales). En todos los casos, sólo me referiré a las competencias de Lenguaje y Matemáticas.
El informe muestra que en la prueba Planea cerca del 3% de los estudiantes que terminan la primaria domina comprensión de lectura de manera destacada, mientras que la mitad de niños egresa de este nivel educativo sin tener el dominio básico de la lengua escrita. Respecto al aprendizaje de las Matemáticas, el informe señala que cerca del 7% domina la asignatura de manera destacada, mientras que 6 de cada 10 estudiantes egresan de la primaria sin haber adquirido las habilidades aritméticas básicas. 
Los resultados de Planea de tercero de secundaria muestran que 6% de los estudiantes egresan con las habilidades de Lenguaje de manera destacada, mientras que 3 de cada 10 jóvenes no logran adquirir las habilidades esenciales para comprender e interpretar textos de su nivel educativo. En cuanto a las habilidades matemáticas, se informa que sólo 3% de los estudiantes egresa de secundaria con nivel destacado, mientras que 65% no logra dominar las competencias mínimas de este campo formativo.
Este informe también muestra los resultados en las pruebas nacionales (Excale) e internacionales (PISA) a lo largo del tiempo. En ambos casos se utiliza una escala que oscila entre 200 y 800 puntos. En el caso de los estudiantes que terminan la primaria, los resultados de Excale revelan una mejoría en los aprendizajes entre 2005 y 2009, equivalentes a 4.5 puntos por año en Lenguaje y de 2.8 puntos en Matemáticas. En el caso de los estudiantes que terminan el tercer grado de secundaria, en el periodo de 2005 a 2012, la misma prueba muestra que no hay cambios significativos en el aprendizaje de las dos asignaturas. Finalmente, las evaluaciones de PISA de 2000 a 2012, revelan que los estudiantes de 15 años de edad (cuya mayoría se encuentra terminando el primer grado de educación media superior) tienen una mejoría incipiente en Lenguaje (de aproximadamente un punto anual) y un crecimiento mayor en Matemáticas (cercana a tres puntos por año).
En resumen, los resultados de las diversas evaluaciones de aprendizaje muestran que una proporción importante de estudiantes que terminan la primaria y la secundaria carecen de las competencias básicas de Lenguaje y Matemáticas. Por otro lado, los resultados de aprendizaje también muestran que, a lo largo del tiempo, el país ha avanzado moderadamente en estas dos asignaturas al término de la primaria, pero no así al término de la secundaria. Finalmente, la prueba PISA muestra que los estudiantes de 15 años han mejorado en 12 años un poco en Matemáticas, pero no tanto en lectura. 
Hay que destacar que México es el país con el mayor incremento en Matemáticas en la prueba PISA de 2000 a 2012. Sin embargo, aunque estos resultados son alentadores, de acuerdo con la OCDE, los estudiantes mexicanos de 15 años de edad incrementan sus puntuaciones a una velocidad muy lenta, ya que para alcanzar al promedio de los países de la OCDE, en Matemáticas se necesitarían más de 25 años y en Lectura más de 65; lo que sería cierto en el supuesto de que los estudiantes de los demás países no avanzaran.
Tomando en cuenta estos resultados, es necesario implementar cambios estructurales en el Sistema Educativo Nacional capaces de revertir la inequidad en la oferta educativa y los bajos resultados de aprendizaje. Para lograr lo anterior, se requiere de la concurrencia organizada de muchos actores: autoridades educativas federales y locales; docentes, directores y supervisores; alumnos y padres de familias; investigadores educativos; especialistas en diseño curricular y en la enseñanza de las disciplinas; autores de libros de texto, entre otros. En suma, la situación educativa del país demanda un esfuerzo nacional bien articulado y de largo aliento, capaz de dar respuesta a las urgentes necesidades de nuestro sistema educativo; especialmente la relacionada con los aprendizajes. De lo contrario, estaremos contando la misma historia en las siguientes décadas.


Consejero del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación.

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