Los medios de comunicación compiten entre sí para ganar audiencias. Es una realidad que EL UNIVERSAL reconoce e incentiva con el fin de mejorar. Pero aun en ese ambiente hay espacio para la coincidencia. Porque sin importar la empresa de la cual se trate, todas se deben a una responsabilidad pública. Asumirla implica tener un terreno común, poner bases para que la gente sepa cómo distinguir la información verdadera de la falsa y ver el rigor contenido o faltante en una noticia. Cómo medir al periodismo.
Este diario organizó un Encuentro Internacional de Periodismo, concluido ayer, en el marco de sus 100 años de vida. El objetivo fue discutir acerca de la labor de comunicar profesionalmente en este siglo XXI. Acudieron a un mismo foro importantes periodistas, empresarios de la comunicación, investigadores y escritores de talla nacional y mundial, entre los cuales estuvieron colaboradores de otros medios como Elena Poniatowska y Fernando Savater.
El evento no pretendió ser la culminación de un esfuerzo para reunir a los comunicadores en un mismo espacio. Al contrario, aspira a ser apenas el inicio de una práctica que beneficiaría a periodistas y a la sociedad mexicana en caso de replicarse de manera sistemática.
Juan Villoro, colaborador del periódico Reforma, dijo: “Con excesiva frecuencia publicar en un medio te impide tener interlocución con otros, lo cual es absurdo. Creo que este es un ejercicio muy interesante de pluralidad, realmente un ejemplo ecuménico de lo que puede ser el periodismo”.
La investigadora del CIDE María Amparo Casar, articulista del diario Excélsior, añadió: “No soy colaboradora del periódico (EL UNIVERSAL) . Ayer platicábamos en la cena que se está dando un ejemplo de que los medios sí nos comunicamos entre nosotros, es un ejemplo de apertura”.
Hoy tiene aun más sentido hacer una pausa a la rivalidad natural y hasta deseable entre las compañías productoras de noticias para ver más allá. En un mundo donde toda persona posee una vía de difusión propia gracias a internet, se necesita un debate abierto para hacer ver a las audiencias que mientras más ruido hay en el ambiente más necesario es contar con curadores de certezas. Sólo los periodistas —sin necesidad de logotipos o etiquetas— pueden ejercer esta función.
Si las redes han dado un megáfono a cada usuario en la web, aprovechémoslo y démosles un nuevo tema del cuál hablar.
Con mucha frecuencia exigimos a los políticos ponerse de acuerdo sobre asuntos que trascienden sus intereses propios, en beneficio del público. Los medios y los periodistas, deudores también de la ciudadanía, podemos poner el ejemplo.