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Al menos desde 2005 el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) ha sido escenario de investigaciones sobre tráfico de droga y operación de grupos criminales; 10 años después la situación ha cambiado poco. En este periodo varios grupos se disputaron la zona a sangre y fuego, y de acuerdo con autoridades federales, es el Cártel de Sinaloa —de Joaquín El Chapo Guzmán— el que controla la terminal aérea. Todo indica que el despliegue de corporaciones policiacas en el lugar ha servido de poco.
El aeropuerto de la capital movió en 2014 a más de 34 millones de pasajeros, lo que lo convierte en un sitio estratégico para diversas actividades, desde el turismo y el comercio, hasta para la seguridad del país. Esta intensa actividad lo ha perfilado como un ansiado botín para el crimen, que se ha valido del recurso que mejor sabe hacer: comprar voluntades, desde agentes policiacos federales hasta empleados de compañías que operan en el aeropuerto.
Como muestra, hace tres años el AICM fue escenario de un tiroteo entre elementos de la Policía Federal. Dos agentes mataron a tres de sus compañeros cuando los investigaban por vínculos con el narcotráfico y se dirigían a aprehenderlos.
Antes se dio el asesinato de un mando de la Policía Federal y decapitaciones de presuntos operadores de cárteles en el aeropuerto. Desde 2007 un reporte del Centro Nacional de Planeación, Análisis e Información para el Combate a la Delincuencia alertaba que el AICM era un punto clave para el tráfico aéreo de drogas, ya que en sus instalaciones se encontraron 50% de los estupefacientes asegurados en todas las terminales aéreas del país. Además, sobrecargos y pilotos de aerolíneas mexicanas se han visto involucrados al transportar en su equipaje droga a España.
Más recientemente, han sido los casos de pasajeros mexicanos —generalmente jóvenes estudiantes— a quienes les cambiaron la maleta por una que contenía droga. En este tema, hasta el momento no ha quedado claro qué instancia es la responsable de la custodia del equipaje. Hace unos días la Administración General de Aduanas se deslindó y aseguró que las líneas aéreas y las empresas que ofrecen los servicios aeroportuarios en tierra son los responsables del traslado adecuado de las maletas. Pero ayer las aerolíneas marcaron distancia y responsabilizaron del embarque, desembarque y acarreo del equipaje al concesionario del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
El principal punto de entrada y salida del país merece corporaciones policiacas que no cedan ante el acecho de grupos delictivos y que ofrezcan resultados al combatirlos. En 10 años son varios los hechos que demuestran lo contrario. ¿Quién realmente controla el aeropuerto?