Al pie de la página
Título: Los orígenes trágicos de la erudición* (*Breve tratado sobre la nota al pie...)
Autor: Anthony Grafton.
Editorial: Fondo de Cultura Económica.

Uno de los libros fundamentales de nuestra historia, "Pancho Villa", de Friedrich Katz, es incómodo de leer, no sólo porque desmiente mitos, presenta a un antihéroe por quien no podemos sino sentir simpatía pese a sus tropelías, su violencia, su política guiada por instintos más que por firmeza de ideas. Lo más incómodo son las abundantes notas, puestas al final de cada tomo, que hay que brincar de un volumen a otro, y hay algunas tan largas y detalladas que
cortan el hilo de la lectura, fascinante por la pluma extraordinaria de Katz. Peor, las notas hay que leerlas en ese instante y no podemos postergarlas hasta finalizar el cuerpo del texto, porque quedan descontextualizadas.

No son más cómodos cuando las notas están al pie de la página, como "El capital", de por sí exigente. Las notas son tan extensas que muchas pasan a la siguiente página; y hay libros en que la abundancia de notas largas hace que ocupen la mayor parte de la página, y del texto principal quedan dos o tres líneas. Hay casos en que los editores sufren porque en párrafos breves hay dos o tres llamadas, y sólo queda espacio para dos notas.

Tres casos que se burlan de las notas: en "De perfil", de José Agustín, se lee un texto denso, aburrido (no para el lector: para los protagonistas), que se corta para hacer acotaciones pedantes y no siempre pertinentes que sólo entusiasman al autor del texto paródico; en "El secreto de la fama", Gabriel Zaid incluye su único ensayo con notas al pie de la página, pero él es contra las notas; la información que otros autores la someten al formato de nota, él la incorpora en el texto sin interrumpir la lectura. Un relato de Rodolfo Walsh va incorporando notas cada vez más extensas y lúcidas que van desplazando el interés del texto principal.

Todo esto, por este libro que explica los varios y diferentes orígenes de las notas: ganas de exponer erudición, de contradecir a otros investigadores, auxiliar al lector a situarse en el contexto histórico, político o cultural; recrea querellas, arremete contra libros célebres (Gibbon), entre otras cosas, por las notas. No siempre el texto aclara aunque sea su intención, a veces aburren o enredan más, o sólo ponen datos incomprensibles, o insisten en qué párrafo de qué página está lo que se cita y que el lector pocas veces acudirá a verificar. Si no se hace caso de las notas, que ocupan la quinta parte del libro, es fascinante.

Octaedro
Autor: Julio Cortázar.
Editorial: Alianza Editorial.

Antes de que "Rayuela" se convirtiera en la novela de una generación que pedía y buscaba nuevos caminos políticos, literarios y vivenciales, Cortázar era estimado como un cuentista con imaginación poderosa, que hacía realidad situaciones extremas, y con un lenguaje audaz. Este libro volvió a sorprender con su vitalidad y humor, retomando viejos temas y abordando nuevos; "Cuello de gatito negro", magistral.

Rompecabezas
Autor: María Fernanda Maqueira.
Editorial: Alfaguara.

Si no fuera por las breves pero persistentes imágenes de los desaparecidos en la "guerra sucia" de la dictadura argentina, y de la guerra de las Malvinas, esta novela podría ser el guión de una cinta de Manuel Summers ("Del rosa al amarillo", "Adiós, cigüeña, adiós") antes de "La risa en vacaciones": pubertad, miradas furtivas, estremecimientos, el descubrimiento del deseo; sortea pero no evita la cursilería.

Aureliano Urrutia
Autor: Cristina Urrutia Martínez.
Editorial: Tusquets.

Una pregunta persistente es por qué tantos intelectuales (algunos reivindicados después; otros, condenados) apoyaron a Victoriano Huerta; uno de los estigmatizados es Aureliano Urrutia, ministro de Gobernación, pero también una de las eminencias médicas en el porfiriato; este libro explica su conducta, aclara lo del sacrificio de Belisario Domínguez y cuenta su larga sobrevivencia. Parcial pero sin lugares comunes.

Montezuma's Revenge y otros deleites
Autor:
Carlos Martín Briceño.
Editorial: Ficticia.

Casi todas las tramas de estos relatos tienen su centro en relaciones sexuales fugaces, forzadas, no siempre satisfactorias, algunas cercanas a la violencia, y las mujeres son tristes, cansadas, y sólo muestran vitalidad cuando son tomadas, o cuando apremian a sus compañeros a que las tomen; no sólo en esto hay una marcada influencia de Juan García Ponce, excepto en que aquí hay sordidez, no perversidad.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses