Al Foro de la Cineteca Nacional irá Te prometo anarquía, proyecto de Julio Hernández Cordon, drama que sigue una historia de amor en medio del narco y la donación ilegal de sangre.
El realizador señala que ya tiene fecha de estreno en las salas, saliendo con 35 copias, aunque se reserva los datos.
La cinta se estrenó en agosto de 2015 y ha recorrido certámenes como Locarno y Morelia.
Es protagonizada por dos no actores, uno de ellos dedicado al skater (uso de patineta), y que su personaje también usa. Lo curioso es que ambos fueron contactados por Facebook, luego de haber pedido el realizador referencias de gente que podía estar en el filme.
Arturo Ripstein es el cineasta más visto en la plataforma digital Filmin Latino, impulsado por el Instituto Mexicano de Cinematografía, donde confluyen más de 500 películas entre nacionales y extranjeros.
Hasta ahora el concepto supera los 25 mil usuarios, siendo un proyecto que únicamente puede ser visto en territorio nacional.
Filmin Latino tiene como socio a Filmin de España, donde lleva casi una década funcionando.
Está próximo a tener el primer aniversario.
El documental Huicholes: los últimos guardianes del peyote, que retrata los problemas ocasionados en la zona sagrada por parte de compañías mineras extranjeras, ha sido comprada por universidades de Estados Unidos y Canadá para su alumnado.
El proyecto ya lleva 115 mil espectadores, teniendo como salida plataformas digitales y algunas pantallas grandes. Su estreno en cines simplemente no se dará porque exhibidores no desean tener un título ya visto en Internet.
Los casi 2 millones de espectadores alcanzado por la comedia ¿Qué culpa tiene el niño?, protagonizada por Karla Souza, en sus dos primeras semanas de exhibición, ha causado grata impresión entre los asistentes al festival internacional de cine de Durango, que concluye este domingo.
La mayoría señala que es una cifra que nadie esperaba y los menos lo atribuyen a las cerca de 2 mil salas (una tercera parte del total existentes en México) en donde fue programada, haciendo que el público no tuviera variedad en los complejos exhibidores.